Forbidden: Angelical Thorns | Yoonmin

Capítulo I

La flor que nunca se marchita.

Es un día de abril, el día en que todo cambiará. El jefe nos pidió hacer guardia en su casa, todos pensamos que es un poco excesivo, no tenemos ni idea de lo que viene detrás. Un tifón está atacando a la ciudad, el jefe parecía asustado pero, aún así, nos daba palabras de aliento.

"Hoy será un gran día para nosotros, muchachos, alegrense un poco. Todo estará bien".

Fueron las palabras que pronunció para todos mientras me palmaba el hombro. No había nada de qué preocuparse según los demás, pero el hecho de verlo tan tenso, hacía que comenzaramos a perder la cabeza.

¿Qué sucede? ¿Qué es lo que no sabemos? ¿Vamos a morir?

No son ni una pequeña parte de las preguntas que nos hacemos en nuestras cabezas.

-Todo está bien, chicos. El jefe confía en nosotros para hacer este trabajo. - Traté de calmarlos un poco. -Sólo tomen sus puestos y estén listos para cualquier cosa.

🌿

El señor Park me reclutó hace ya tres años en un momento muy difícil para mí, fue de gran ayuda aunque, desde entonces, me tenga que ganar la vida siendo su matón. Tampoco es lo peor del mundo, le estoy eternamente agradecido y, a pesar de que tal vez no hace el trabajo más honesto, lo admiro demasiado.
Desde ese entonces he vivido día a día golpeando a gente, apuñalando, amenazando e incluso disparando a gente. Inocente o no, yo sólo hago lo que me piden y no hago preguntas.
Ganas de renunciar no me han faltado pero, tengo miedo de verme viviendo una vida que no me merezco. La gente que he intentado matar, la que he hecho llorar, los dueños de la sangre con la que he manchado mis manos, y todos a los que les he hecho daño siempre me perseguirán.
El señor Park esconde sus pecados de su hijo. ¿Yo? Yo los oculto a mi corazón. Porque, sí, tengo veintiún años y aún tengo sueños que quiero cumplir. Jamás olvidé mi razón de ser. Nunca olvidaré lo que era antes de convertirme en un monstruo.

Soy el mejor haciendo lo que hago, es por eso que el jefe me ve como su sucesor.

"Quisiera que siguieras con el negocio familiar. Eres como un hijo para mí".

El señor Park tiene ya un hijo pero éste aún tiene 17 años, es un chico dulce aunque la adolescencia le haya hecho cambiar su temperamento. Es rebelde, gruñón y caprichoso, toda una joyita, y lo más importante es que le importa una mierda el negocio familiar. En lo que a mí concierne, el chico no tiene idea de lo que es el "negocio familiar".
Su padre lo crió para que fuera un gran líder, sin embargo, nunca le mostró a que tipo de personas tenía que liderar. Fue criado como príncipe en su castillo encantado después de que su madre muriera, pues, el señor Park, no quería que él supiera la causa horrible de su muerte, o mejor dicho, no quería que supiera que el culpable de la muerte de su madre había sido no más ni menos que su propio padre, quien apostó su vida en un fuego cruzado y la perdió.

🌿

El aire no cesaba y golpeaba fuertemente las ventanas de la mansión, lo cual, claro, hacía más tenso el ambiente.

Alguien bajaba las escaleras.

-¡Oh, Jimin! No puedes estar aquí.
-Pá, ¿Por qué hay tantos guardaespaldas dentro de la casa?

Sí, para él eramos guardaespaldas.

-No te preocupes por eso, sólo ve a dormir.
-No puedo dormir con todo el ruido que hace. A parte tengo hambre.
-Dios mío, Jimin. Sólo ve a la cocina y vuelve a dormir. No va a pasar nada, Yoongi está aquí por cualquier cosa.