Jᴜᴇᴠᴇs; |ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ|

Pᥱro ᥱᥣ tιᥱmρo sᥱ ρᥲrᥲ ყ tᥱ ᥲᥴᥱrᥴᥲs dιᥴιᥱᥒdo...

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Y como si de un sueño se tratase, ahí estaba de nuevo... Sentado junto a Draco. Una vez más habia ido a mi estación, con la promesa de que viajaríamos juntos tal cual como el día anterior. Pero sentía que me mentía... siempre nos vemos. No tenía por que venir hasta a mí. Aunque... me gustaba que lo hiciera, me hacia sentir especial. Como si le interesara.

No comiences a hacerte falsas ilusiones, Harry.

--- Entonces estudias fotografía... --- Pronunció luego de que le contará un poco de mi vida--- Pues, yo en este año me gradúo. Estudio química, como te habras dado cuenta. --- Me dió un ligero codazo, recordándome que habia leído su cuaderno sin su consentimiento.

--- Basta Draco, ya te he pedido disculpas.--- Le miré con una sonrisa para que lo olvidara.

--- Estoy jugando, Harry. --- Sin más, llevo sus manos hasta mi cabeza donde ahí despeinó mi cabello juguetonamente. Sentí como si un rayo me atravesará, pero uno muy bonito que no me iba a causar la muerte.

Creo.

--- Además ---agregó--- te he dicho algo, eres mi salvador... Eres un ángel, ¿Cómo debería pagarte?--- Bajó su mano lentamente de mi cabellera y me miró con una expresión seria que me cautivo desde el primer momento en que lo ví. Núnca hubiera creído que me dedicaría a mi una de esas miradas.

¿De verdad sigo vivo?

--- ¿Harry? --- Interrumpió mis pensamientos.

--- ¡No es necesario! Los ángeles no le andan cobrando los favores que le hacen a los humanos, ¿O si?

--- ¿Ah, no? ¿Entonces que haces aquí en la tierra, ángel?

Sentí mi sangre hervir y posarse en mis mejillas. Draco me habia llamado Ángel, realmente habia pasado. ¿Y si...

¡Basta, Harry! Si rompe tus ilusiones también te rompera a ti.

--- No soy un ángel, Draco. --- Rasqué nervioso mi mejilla intentando esconder mi sonrojo.

--- ¡Acabo de ver a un ángel sonrojarse! Debe ser mi día de suerte.

¿Como podía decir aquello sin pensar en lo que podía provocarme en mí? Solo lo hizo y se acomodó contra el respaldo del asiento. Como si de su propia cama se tratase.

De pronto, el tren frenó su marcha bruscamente, soprendiendonos a todos. Del fuerte movimiento, me recargue sobre el mayor.

Mi corazón pronto dolió. Se suponía que debía evitar cualquier tipo de sustos, pues mi cuerpo no es apto para ello o algo así mencionó el doctor. Trataba de controlar mi respiración, el tren se detuvo y los focos comenzaban a parpadear.

Dios me habia escuchado, se detuvo el tiempo.

--- Harry, ¿estás bien? --- Me miró preocupado, mientras me sostenía y se acomodaba sobre lugar.

--- Si, solo me asuste. --- Me faltaba el aire y apenas podía susurrar.

--- ¿Seguro? --- Insistió colocando su mano delicadamente sobre mi mejilla sin dejar de observarme.

--- ¿Por que te mentiría, Draco? --- Y lo hice, mentí.

--- Esta bien. --- Dejó de insistir y miró alrededor quitando sus manos sobre mí. Lo agradecí, sentir su mano sobre mi cuerpo era indescriptible, pero no lo soportaba de algún modo. Me ponía demasiado nervioso como para hacerme daño a mi mismo.--- Parece que ha habido una falla en el tren y por eso nos detuvimos.

--- Sí. --- No quería fallar, no ahora. No ahorita, no frente a él.

Saqué de mi mochila el pastillero que me acompañaba a todos lados desde hacía dos años y con ayuda del agua tragué. Me recoste sobre el respaldo del asiento y miré el techo.

Tienes que controlarte, él te esta observando.

--- ¿Estas enfermo? --- Preguntó analizando mi rostro.

--- Algo así...---Ya más tranquilo me atreví a mirarlo.

--- ¿Más que una simple gripe?

--- Ajá... pero ya estoy mucho mejor, ¿sabes? pronto curaré.--- Dije esperanzado y me despegue del asiento.

--- Me alegro... ---Dudó en agregar algo más--- Eh, ¿Puedo decirte algo? Quizás suene muy raro pero quiero hacerlo. Además, parece que el mundo ha conspirado para que lo haga. Me regalo más tiempo a tu lado.

Sonreí.

Sonreí achinando mis ojos como muy pocas veces lo hacía. Pues parece que el chico por el cual tenía sentimientos sonaba nervioso.

--- Dime.

--- Sé que hasta ahora comenzamos a hablar y solo apenas te conocí realmente pero... Por alguna razón inexplicable, yo... los fines de semana te extrañaba. ---Bajó la mirada evitando la mía.--- Eso sonó demasiado extraño, lo siento.

--- ¿Me extrañabas?

--- Aún no he terminado, respeta. ---Me regañó y yo me disculpé con una mueca--- Hay otra forma para llegar a mi facultad, ¿sabes? Una más fácil y rápida. Pero desde que te ví prefiero esta ruta.

--- ¿Por qué, Draco?

--- Se me hizo costumbre verte, creo.

--- Oh...

--- Y quizás suene extraño... Pero eres bonito, y me gustan las cosas bonitas.

--- Draco, no soy bonito. ---Mis mejillas comenzaron a arder fuertemente. Y con toda la pena del mundo llevé mis manos a ellas intentando ocultarlas.

Esto no podía estar pasando.

--- Lo eres, no me repliques.

--- Pero...

--- Sé que estas pensando, "oh, por que este chico me estará diciendo esto, que extraño es, debería huir". Pero soy una persona que dice lo que siente... Aunque aveces me cueste. ---Continuó con su discurso, chocando contra sus propias palabras. Esta nervioso y me sentí afortunado de verle así.

--- No estoy pensando eso.

--- ¿No? --- Preguntó extrañado.

--- En lo absoluto, ¿Por qué estaría mal que un chico le diga a otro que es lindo? No es como si lo fuera pero...

--- Lo eres. ---Volvió a interrumpir--- Y tienes razón, no hay nada de malo en ello.

El tren volvió a avanzar y mi corazón volvió a latir con mayor intensidad, pero esta vez no de dolor. Este era Draco Malfoy, el causante de que mis latidos aumentarán, el chico que hacía que me enamorara de él cada cinco segundos.

Yo no te conozco y ya te hechaba de menos.

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