Mi mal humor puede representarse como una obra de arte.
Donde puedo mandarte a la mierda con solo una pincelada.
Hasta puedo iniciar una discusión con un recuadro.
Mi depresión se volvió una obra de arte, vacía.
Donde mis emociones pintan cuando se les plasta y desechan el resultado dejandome vació.
Un bucle, doloroso.