Shelter

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"¿Que sera de mí de ahora en adelante?
Después de un tiempo, deje de pensar en eso. Quizás lo olvidé... Como tan siquiera en pensar. Las cosas nunca cambian. Este mundo que pertenece solo a mi. Todos y cada uno de los días continuan".


Observaba tranquilamente como la luz entraba suavemente a mi habitación. Otro día en el que se me ocurririan nuevas ideas para este mundo. Un mundo lleno de paz, muchisima paz. Miraba en el artefacto que me ayudaba a crear
"2539 días sin mensajes"
Suspiré, no entendía porque deseaba con todas mis fuerzas recibir algún mensaje de nose que lugar. Me levanté abruptamente y decidi mover las cosas de lugar. Un nuevo mundo etereo, singular fue levantado frente a mis ojos. Un suave viento fue chocando contra mi rostro, flores pequeñas de color amarillo crecían bajo mis pies descalzos. Respire hondo, era perfecto pero como siempre faltando algo. Movi y dibujé cosas en aquel artefacto mágico y me transporte a una montaña, una gigantesca montaña y en lo alto de ella me encontraba. Grité feliz, pero algo aún seguía faltando y no entendía. Segui jugando con las formas,estilos,paisajes todo. Era siempre lo mismo. Todos los días era igual. Volvi a observar la bandeja de mensajes y seguia igual:
"2542 dias sin mensajes"
Habían pasado todos esos días. ¿Pero de que? Caminaba por la oscuridad de un mundo lleno de cubos negros y rojos creciendo de árboles secos. Observaba al suelo, pensando en el porque de estar en ese lugar. Caminaba hasta quebrar un lago de hielo que con mis manos y aquel artefacto cuadrado había creado. Corri libremente, esta vez en un mundo lleno de flores de colores hechas de dulce y algodones de azúcar saliendo de árboles. Las ramas eran hechas de chocolate, y las nubes eran igual de esponjosas que el algodón. No habia sol puesto que no sabía como crearlo. Ya me sentía cansado, asi que decidi volver a lo que llame mi pequeña habitación. Llena de peluches, cojines de diferentes tonos de amarillo. Tome mi frizada de aquel brillante color y me envolvi en ella, decidiendo salir a la luz de una luna igual de amarilla y cree una montaña con una cima a la que podía sentarme a observar a aquella solitaria luna. Las estrellas brillaban libremente, cada una acomodada como yo quería, cada una hecha con mi deseo de salir de esta extraña soledad. El frío viento de este lugar hizo que me abrigara nuevamente con la frizada amarilla.

Volvia a abrir mis ojos, me encontraba en la comodidad de aquella pequeña habitación. Tome mi artefacto mágico y comencé a crear pero sin querer toque a un aréa que no debía. Todo aquel mundo se derrumbó en mis ojos, pero otro fue creado en su lugar. Parecía un lugar bastante normal para mis ojos. Un niño de cabello oscuro corrió hacia mi pero traspasó mi cuerpo. No me observaba. Decidi seguirlo, su sonrisa me habia provocado curiosidad. Llegué hasta su lado y lo encontré junto a un chico, quizás era mas grande que yo. Sus ojos felinos, su pequeña sonrisa al observar a aquel pequeño.
– Yoongi Hyungie!!!!– el niño saltó a los brazos del chico. Éste correspondio a aquel gesto, algo extraño comenzó a molestar en mi pecho. El chico bajó al pequeño y ambos tomados de la mano caminaron hasta una casa.

Recuerdos del cumpleaños del pequeño hacian reir al chico. Un peluche en forma de gatito hizo muy feliz al pequeñin mientras el que observaba comenzaba a sentir más y mas apretado su pecho. Un recuerdo o data le hizo quedarse extrañamente sorprendido.
debo de terminar esto lo más rápido posible, no hay tiempo de crear otro asiento. – unos mapas o dibujos estaban pegados en todo aquel lugar y al fondo un tipo de nave extraña se encontraba. El rostro del chico denotaba angustia, miedo.
– se lo prometí a Seokjin y a Namjoon que nada te ocurriría Jiminie– y ahí todo tomó sentido para el chico castaño.
Los últimos recuerdos o data comenzaron a surgir. Un tipo de planeta o meteoro iba a destruir la tierra. No quedaba mucho tiempo. El chico llamado Yoongi se encontraba terminando los últimos detalles de aquella nave y el pequeño no sabía en donde se encontraba su hyung. Lloraba llamando a sus papás, lloraba llamando a su hyung, la unica familia que el pequeño tenía.

Refugio (YOONMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora