I
Lentamente los ojos de Sanji fueron abriéndose. Sentía el cuerpo un tanto pesado, se revolvió en la cama y por alguna razón sintió el roce de las sabanas sobre su expuesta piel. Abrió los ojos de inmediato y se sentó, percatándose que la recamara en donde estaba no era la suya. La habitación era grande y poseía unos colores cálidos que le daban ese aire acogedor a la misma, aparte de algunos cuadros que adornaban las paredes, unas lámparas redondas blancas a los costados de la cama puestas en una pequeña mesa de noche cada uno, sin pensarlo mucho prosiguió a levantarse; las suaves sabanas de algodón se deslizaron por cuerpo y fue allí que se percató para horror suyo que estaba desnudo. Se tragó una maldición por aquel acto vil hacia su persona. Camino hacia el armario y comenzó a buscar ropa, notando que estas eran mucho más grande; la puerta de la habitación se abrió lentamente y el hombre en el marco de la puerta soltó un suave silbido de aquellos labios mientras miraba aquellas piernas y las redondas nalgas del ojiazul.
Sanji se volvió para confrontar al hombre e hizo una mueca de disgusto. El hombre alto de piel tostada, con la camisa arremangada hasta los codos y abierta en el pecho dejaba ver parte de la cicatriz que atravesaba su pecho, lo observaba de forma burlesca y un tanto cínica para la molestia del rubio.
-no me parece gracioso, marimo- dijo Sanji mirando al peliverde, quien cambio el semblante de su rostro por uno más serio al escuchar como lo llamo.
-lo mismo digo, cejillas...- los labios del peliverde se curvaron en una sonrisa, cuando la rubia protesto sobre aquel apodo. Le molestaba que se burlaran de su peculiar ceja, que le había provocado ciertos complejos a su persona- bien, tenía mis sospechas que estarías a poco de despertar.
Entro a la habitación y cerró la puerta con seguro. El peliverde dio unos pasos al frente para acercarse a su presa y Sanji retrocedió unos pasos colocándose a la defensiva, tristemente lucharía desnudo contra ese hombre para que no lo tocase.
<<Cero puntos para mi dignidad>>
-Vinsmoke Sanji, ahora eres mío...- aquella mirada recorrió su cuerpo de arriba abajo; el miembro del hombre llenándose de deseo por el chico rubio, el cual muy pronto tendría debajo de su cuerpo gimiendo y arañando su espalda apasionadamente.
-¡No soy de NADIE!- el rubio grito lo último y se abalanzo contra el mayor muy molesto por su declaración. Lanzo así una fuerte patada hacia su estómago queriendo herirlo lo suficiente para tener una oportunidad de escapar.
-ya lo veremos- respondió el peliverde logrando esquivar la patada y bloqueando aquellos ataques con sus brazos gracias a su técnica de Mutoryu o técnica sin espada, cubriendo así perfectamente su estómago y otras partes de su cuerpo con habilidad.
Los fuertes golpes hacían eco en la habitación mientras el joven rubio y el peliverde luchaban con todas sus fuerzas sin retroceder. Uno ansiando la forma de ser libre y el otro deseando poseer a su nueva adquisición; la lámpara de la mesa de noche voló cuando Sanji la arrojo directo al rostro de su rival, quien utilizo su antebrazo para cubrirse y así evitar alguna herida de corte. El rubio por su parte trataba de llegar a la puerta pero de alguna manera el hombre no se quitaba de su única vía posible de escape. Sanji sabía que no tenía el tamaño y mucho menos el peso para luchar directamente contra el hombre, aunque al ojiazul le faltaba fuerza lo compensaba con su agilidad y flexibilidad.
Viendo la mínima oportunidad al verlo lejos de la puerta, Sanji, aprovecho su descuido y corrió directo a la puerta. Le quito el seguro y de un solo tirón se encontró con un arma semiautomática apuntándole directamente al cráneo. Un paso en falso y parte de su cerebro hubiese quedado regado en el suelo por aquel impacto directo.
ESTÁS LEYENDO
Esclavizado (ZOSAN)-THREESHOT [TERMINADA]
FanfictionSanji Vinsmoke es vendido por su padre como pago por una deuda. Disclaimer: todos los personajes pertenecen a Eiichiro Oda. Créditos de la imagen de portada a su respectivo autor **Gracias a NakamaSquad y a su editor Zoro, por la linda portada**