Primero, fueron sus ojos.
Puso cada detalle con infinito cuidado. Sus pestañas, tupidas y grandes, casi como abanicos, sus iris, con ese hermoso café que lo hipnotizaba sin que él pudiera evitarlo y sin olvidar ese brillo de picardía y diversión. Ese brillar de alegría y emoción cuando la manada estaba junta y a salvo.
Luego, retrato su rostro. Los labios, sus mejillas, su barba y las finas líneas que rodeaban sus ojos, haciendo que su sonrisa fuera aun más coqueta.
Todo había comenzado con pequeños detalles que aparecían en las hojas blancas.
Sin pensarlo, cada página mantenía a Tony Stark retratado como la más exquisita obra de arte.
Steve se estaba dando cuenta.
—¿Cómo te sientes el día de hoy? —El castaño se encontraba enfrente suyo, seguramente, escribiendo fórmulas que él ni en un millón de años entendería.
—Bien. —Reprimió una sonrisa. Era la quinta vez en el día que se lo preguntaba.
—Steve... De verdad, si te sientes incómodo, con ganas de salir, puedo...
Un beso casto lo calló
—Estoy estupendo. —Y con eso último, el hombre de complexión delgada huyó del lugar.
El Omega estaba procesando lo ocurrido.
¡Por las barbas de Odin! ¡Steve lo había besado!
Estaba dispuesto a ir y pedir una explicación, pero una hoja llamó su atención.
Tony jamás había sonreído tanto como ahora.
Debía admitirlo; Steve había capturado su belleza natural.
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Esencia de Alfa
Fanfiction"-¿No irás? -Le preguntó al castaño que no se había movido. -Si, solamente estaba esperando el momento oportuno. -¿Para qué? Stark levanto la mirada, transmitiéndole cosas indescifrables. Con paciencia, casi con pereza, Tony se colocó enfrente d...
