Cual sol en un amanecer brillaste y no tuve más remedio que apreciarte.
Enceguecida me encontraba sin refuerzos, ante tan infame allanamiento.Te aseguraste de poseerlo todo sin el pudor de si quiera permitírtelo
Y tan masoquista muchacha que deseaba ser hurtada, se ancló a la melodía de tus pensamientos y a las acciones banales enunciadas.Criatura mía, tú desconoces tus actos, pero permíteme susurrarte lo fascinadas que están las estrellas al apreciar tan buen trabajo.
Te convertiste en la línea temporal que quise vivir y el espacio que deseaba ocupar.
Eres mi ornamento en las crueles paredes sosas sin disimulo del domo que aqueja mi mente cada luna.
Y ahora que te tengo me sumerjo en la ansiedad de perderte en la oscura epizootia del que ahora somos esclavos.