Jin trabaja como maestro a sus veintisiete años, prefiere de compañía leer un buen libro antes de tener a alguien al lado ya que no le agrada tener personal alrededor, el contacto físico le aterra, no tiene amigos y los que tuvo perdió la comunica...
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Jin cuando llegó a la casa de sus padres los saludó con una pequeña sonrisa y la madre lo abrazó aunque Jin no deseara el abrazo, la madre de Jin después de saludar lo miró y al no estar conforme a como iba vestido lo llevó a su antiguo cuarto sacándole ropa formal a su hijo para que impresionara a su futuro esposo
-nunca me has preguntado el nombre ni nada de tu futuro esposo-dijo la madre
-no me importa y me gustan las sorpresas-dijo Jin rápido sabiendo que su madre le reclamaría por la respuesta tan sincera
-te sorprenderás-dijo sonriendo su madre-y él también-Jin miró a su madre-lo conoces bien-y sin mas la madre se fue para que Jin se cambiara tranquilamente
-lo conozco?-se dijo a si mismo Jin, suspiró sin darle importancia y se sentó en la cama para mirar su antiguo cuarto con nostalgia ya que muchas veces su grupo de amigos se reunían en su cuarto y se divertían, miró hacia la ventana inconscientemente, solía hacerlo cuando era un adolescente, solo por que la ventana de enfrente era el cuarto de Jungkook, esta vez miró y vio que estaba la luz encendida, no se extrañó, era el único hijo de la familia Jeon y seguro que este pasaba una vez a la semana en la casa de sus padres, aunque estaba seguro Jin que a Jungkook le gustaba mas las fiestas que hacía o cuando ligaba con alguien para llevarlo a su apartamento, dejó de mirar con enfado la ventana y al segundo sonrió al recordar que Jungkook no tuvo nada que ver con lo que le hicieron y que este les dio una paliza a esos bastardos que ni le importaba donde estaban, con mas lejos estuvieran de él mejor, no le gustaría encontrarse con ellos, uno de los motivos que no iba mucho por esa zona, comenzó a vestirse con un traje azul oscuro con camisa azul celeste
Jin antes de salir de su cuarto arreglado vio por la ventana el cuarto de su vecino que tenía la luz encendida y una silueta, no le dio importancia que en ese cuarto estuviera el dueño, bajó a la sala donde estaba su padre con traje y su madre con un vestido de color amarillo claro, saludó a sus padres y su madre le halagó por lo lindo que se veía, Jin en cambio sonrió forzadamente sentándose en el sofá, no estaba tranquilo, estaba que no podía con los nervios, no sabía nada de su futuro esposo, no le interesaba ni su físico ni nombre ni nada, solo pensaba que se tendría que unir a un varón para el resto de su vida y eso no deseaba, le daba pánico la convivencia, el acercamiento y sobre todo el contacto físico que tuviera con ese varón, suspiraba fuertemente para tranquilizarse y sobre todo que no se notara la negativa que le causaba estar con alguien, quería huir e irse muy lejos en ese momento, se levantó y sin decir nada a sus padres se fue a la cocina para salir por esa puerta al jardín trasero, se sentó en el césped sin importarle si se ensuciaba, solo se sentó a mirar el cielo que estaba casi oscuro, volvió a suspirar dándose muchas mas fuerza, se apoyó un poco en la baya del vecino y cerró los ojos para inhalar el aire fresco de la noche, abrió sus ojos al escuchar una voz que conocía perfectamente que estaba hablando por teléfono y que era el vecino
