Vínculos

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Están en sexto de primaria cuando Martín convence a Victoria de tomar su mano. La estira despacio, nervioso, Miguel sabe que lo esta aunque Martín se muerda los labios en un intento por no temblar. Una brisa helada corre, y Miguel se remueve en su sitio, enterrando sus manos en los bolsillos de su casaca abultada.
Martin y Victoria están a solo unos metros de él, pero igual no es como si recordaran que estaba ahí, sentado sobre ese muro bajo.

Victoria ríe suavemente, con la nariz roja por el frío. Juega a sacarse los guantes de lana con lentitud, como para destrozarle los nervios al rubio frente a ella. Martín la había invitado a patinar en hielo esa tarde. A Miguel también, pero a él solo lo invitó porque hubiese sido raro decirle a su madre que iba a salir solo con Victoria.

Miguel se pregunta si Victoria es el alma gemela de Martin. En un pasado, Martin estaba seguro de que era el alma gemela de Miguel. Resulta que solo eran muy buenos amigos, que Miguel aún tiene que buscar a la persona con la que comparte su existencia astral, y que quizás Martin tendrá más suerte esta vez.

Duele un poquito, pero solo un poco. Más que nada, Miguel no puede evitar retorcerse como un gusano cuando las manos de ambos chicos se unen. Estira el cuello, abriendo bien los ojos, esperando ver algo. Cuando Martín sonríe, Miguel deja salir un suspiro largo, feliz, que alborota las mariposas que habitan su estomago.

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