Te levantaste de tu cama y fuiste a ver a tu hijo. Lo cargaste y lo llevaste a la cama que compartías con Jin. Ahí tu esposo empezó a hacer caras al nene para que se riera pero solo consiguió una cara de confusión de parte del pequeño.
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Luego escuchaste unos gritos de la habitación de tus otras dos hijas. Jin fue a ver que pasaba y se encontró a la más pequeña llorando y la mayor durmiendo.
Jin cargo a la menor y la llevo a la cocina para que le diera de comer. Pero la niña no se dejaba su cabello. Al parecer su diadema no le gusta. Le incomodaba.
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Después bajaste y viste a Jin dándole de comer a su hija. Seguido bajo su otra hija.
Tener tres hijos era difícil. Pero te gustaba tenerlos. Ya que te hacían la vida feliz.