-Hyung, quita esa cara de amargado- Jimin hizo un puchero, su novio estuvo todo el camino a casa de sus padres enojado.
El castaño le miró aún serio y regresó su vista al frente, aún faltaba un poco para llegar a casa de sus padres.
-Una sonrisa...ándale- el rubio se acercó un poco haciendo un puchero- por mi- YoonGi negó con la cabeza y siguió manejando, Jimin soltó un bufido y se volteó enojado.
Llegaron a la casa del mayor después de 5 minutos, sus padres los recibieron felizmente, era la primera vez que el rubio iría a ver a los padres del castaño, había estado toda la semana con nervios, pero estos desaparecieron al ver la sonrisa cálida de la madre de YoonGi.
-Vamos para dentro, prepare tu comida favorita- decía felizmente la mamá del castaño.
Jimin quedó sorprendió al entrar, no por la decoración sofisticada de la casa, si no vio a su mayor sonreír enormemente, cosa que no pudo en todos el trayecto, su voz se había hecho más dulce y aguda, estaba jugando con Holly, su perrita.
-Holly, Holly- repetía el castaño con una gran sonrisa mientras la pequeña perrita corría feliz al su alrededor.
Se sentía celoso y feliz a la vez, celoso de que una perrita hizo sonreír a su Hyung cuando el lleva más de una hora intentándolo y feliz por que es la primera vez que ve a YoonGi hacer algo así.
YoonGi se levantó y se acercó con Holly en brazos.
-¿porque ese puchero?- el rubio no se había dado cuenta que inconscientemente había hecho un puchero.
-por que en el camino te pedí que sintieras por mi y no lo hiciste....y ahora estás sonriendo por Molly- se cruzó de brazos haciéndose el ofendido.
-El cachorro ocupa mimos- Dijo YoonGi con una risita y se acercó para dejar un beso en su mejilla.
-vengan a comer chicos- llamo la mamá del castaño desde la cocina.
-No soy un cachorro- se quejo golpeando el suelo con su pie.
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