Con una sombra detrás,
Pisando nuestros tobillos.
Ella posee la llave de entrada
A un mundo mágico
Más allá del solViendo reír tiernas parejas de ancianos
Toco el fuego humano,
Más antiguo que los castigos romanosLos sirvientes poseen el poder,
Rodeados de oro y plata
¡Qué triste la realidad,
De alguien que vivió sin tropezar!
En el dulce jardín, la muerte llora,
Se dió cuenta que su reino ha sido vencidoEmpapándose de realidad,
Un alma encontró su final
Y las trompetas volvieron a sonar.