El tren avanza a alta velocidad, el paisaje no tiene comparación. La nieve blanca cubre todo a la vista pero ni eso ayuda a mejorar mi humor.
No estoy feliz.
Mi idea era pasar un tranquilo fin de semana en la comodidad de mi departamento, comiendo un montón de patas de pollo con cerveza y un kilo de helado. Pero soy una buena amiga, siempre lo he sido, así que cuando Jeongyeon, mi mejor amiga de los días de colegio, me pidió que viajara a Busan para celebrar su fiesta de compromiso no pude decir que no. A veces pienso que la gente hasta abusa de mi nobleza porque saben que no me negaré ante un pedido.
Hace bastante no tengo tiempo de calidad dedicada solamente para mí, el trabajo es absorbente así que suelo disfrutar cuando tengo un poco de libertad y estaba deseando hacerlo, pero la amistad está primero, creo.
Pensar en que mi mejor amiga, mis compañeras de trabajo, hasta mi hermana menor están casadas o comprometidas, aumentan mis ganas de encerrarme en mi departamento con el kilo de helado.
El tren se detiene en una estación y aprovecho para ir al baño, esas cuatro tasas de café al fin dieron efecto. Al salir, un niño corre a gran velocidad y al pasar me ensucia con su helado.
Yo no me enojo, pero que haya sido con helado me hace pensar en que pude estar en mi departamento y no aquí limpiando helado de la manga de mi suéter.
El tren empieza a moverse de nuevo y me apresuro para salir, siempre tuve miedo de estar en el baño con el tren o bus en movimiento ya que me aterra la idea de que algo salga del inodoro a decorar mi rostro.
Al llegar a mi asiento un pálido, muy pálido señor, está sentado en mi lugar.
- Disculpe - susurro.
Me mira sin expresión alguna, su aura me intimida de inmediato y tengo miedo de seguir hablando. ¿Cómo permiten que un vampiro asesino se suba al tren?
- ¿Si? - su voz es tan filosa que probablemente se cortó la lengua.
- Está sentado en mi asiento - busco mi ticket y se lo muestro. Sonríe de costado y se levanta.
- Disculpe - dice, aunque siento que no es sincero. Algo en él me desconcierta.
Me siento en mi lugar, el muchacho desaparece y yo suspiro aliviada. Lo último que quiero es tener un viaje estresante.
Me pongo mis audífonos y reproduzco el playlist de mi banda favorita.
Bangtan Sonyeondan.
Últimamente no paro de escucharlos, hacen música realmente buena. Lo malo es que no son muy conocidos, he ido una o dos veces al bar donde suelen tocar y es sorprendente el talento que tienen, ojalá que puedan llegar a ser muy famosos para que todos puedan apreciar su arte. Y yo conozco mucho ya que en trabajo en eso.
En algún punto me quedé dormida, así que me sorprendo, por no decir asusto al ver al vampiro sentado junto a mí.
Trato de ignorar su presencia pero es muy difícil ya que tiene ese algo que es imposible no prestarle atención. Lo único que deseo es llegar a Busan y no volver a verlo nunca más.
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God Jihyo and her angels
FanfictionHistorias cortas de la diosa Park Jihyo y todos sus fanboys.