—...y serás condenada al exilio, cumpliendo tu pena en la Tierra—dijo casi un gruñido. Todos en la sala me veían fijamente atentos a las palabras que se hacían retumbar.
—¡Espera!...¿la Tierra?—pregunté en un alarido apenas reaccioné a lo dicho anteriormente.
—Hasta el día del juicio final—sentenció finalmente, dando por finalizado el juicio.
[...]
Un frío recorrió toda mi espina dorsal haciendo que abriera mis ojos lentamente. Visualicé el perímetro, estaba obscuro sin embargo se podía diferenciar algunas siluetas gracias a la tenue luz que entraba por una ventana, después de que mi vista estuviera nítida por completo me percaté que me encontraba en una habitación o al menos algo parecido pues me encontraba recostada en una cama.
—¿D-Donde estoy?—pregunté mientras intentaba poder ponerme de pie o sentarme, sin embargo un dolor agudo en mi espalda evito que me siguiera moviendo y en su lugar empezara a quejarme—. ¡Agh! ¿Qué me pasa?
—¡Hey! Tranquila, me alegra que hayas despertado pero no grites, hay más personas intentando dormir en la casa—se escucho una voz masculina en dirección de lo que parecía ser la puerta. Vi una sombra algo fornida y ancha entrando a la habitación, casi confirmando mi sospecha—. ¿Cómo te encuentras?
—Y-yo no recuerdo nada...no sé qué hago aquí y te-tengo un dolor insoportable en mi espalda—hablé tan rápido que tuve que tomar un gran suspiro para poder recuperar el aire perdido de mis pulmones. Vi como la silueta del chico se acerco a mi derecha prendiendo una pequeña lámpara que había, dejándome ver con más claridad su rostro.
A grandes rasgos se veía como un chico de 20 años, su cabello estaba teñido pues se notaba perfectamente la separación entre el color pelirrojo y el castaño de sus raíces. Era igual de castaño como sus ojos. Portaba una camisa sin mangas que me dejaba ver perfectamente los diversos tatuajes que tenía en su mayoría en sus bíceps y unos cuantos en su antebrazo,casi todos ellos eran signos muy similares a las runas.
—Es difícil estar aquí, ¿no?—soltó en un suspiro tomando asiento al borde de la cama. Lo miré con el ceño fruncido intentando comprender sus palabras. Él giro su cabeza a mi dirección intentado formar una sonrisa que parecía más una mueca—. Te ayudaré con tus heridas—seguido de eso salió rápidamente de la habitación para volver con una pequeña caja.
—¿Sabes quién soy?—pregunté apenas lo vi pasar el marco de la puerta. Noté como su mandíbula se tenso al escucharme ¿había preguntando algo malo? Me acomodé en el colchón intentando estar menos incomoda por la situación pero el dolor se hizo más presente haciéndome soltar un quejido.
Llevé mi mano a mi espalda intentando averiguar qué era lo que causaba aquel dolor incesante, sin embargo solo me topé con una superficie húmeda. Rápidamente examiné mi mano, la cual se encontraba manchada con una sustancia negra, bastante espesa; similar a la sangre. Alcé mi rostro para encontrarme al chico quien se encontraba atento a la escena, aun sin soltar la caja, acaso ¿Él lo había hecho?
—¿Qué es esto?—le interrogué refiriéndome aquella sustancia con miedo e ignorancia. Él se acerco a mí, aun con ese semblante serio que portaba desde hace un rato.
—Fuiste condenada al exilio...—fruncí nuevamente el ceño, sentía que esas palabras las había escuchado y como si se tratara de una película; pequeños recuerdos empezaron a bombardear mi mente—. Te encuentras en el mundo humano.
—¿Tú también lo estás?
—Sí, estoy atrapado en este mundo igual que tú y todos los demás que están en esta casa. Te encontré hace unas horas, estabas por la carretera...cuando vi tus heridas supe lo que eras; un ángel caído. Y no lo digo en forma de coqueteo—sonreí un poco por el chiste que había hecho. Hasta que tomé conciencia nuevamente de la realidad.
—No recuerdo nada de eso, ni siquiera sé en que mo-momento caí a...
—Nunca sabes cuando vas a caer, pero una vez que lo haces y te das cuenta, deseas con todas tus fuerzas volver a estar arriba.
Y entonces lo entendí todo, no podía volver...mi vida ahora estaba aquí, con los mortales.
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Ciudad de dioses y monstruos
Teen Fiction«Podrás tener la sonrisa de un demonio, pero por dentro sigues siendo un ángel.» ➸¡BIENVENIDO/A! FALTAS ORTOGRÁFICAS. NO SE ACEPTAN COPIAS-ADAPTACIONES. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE