El último año de preparatoria se considera el más nostálgico derivado a ser la etapa donde encuentras las verdaderas personas leales y los momentos que marcan nuestro corazón. Camino por los pasillos y no veo los dichosos recuerdos de bullicio o alabanza popular, realmente nunca fui una persona popular, aunque si bastante conocida y eso se debe a la fama que gané junto con dicha persona.
Las risas que se escuchan en el fondo de mi memoria arrugan mi corazón puesto que ahí nos encontramos nosotros, y en cada rincón de la preparatoria. Esos episodios inolvidables en las bancas más cagadas, en los pupitres del fondo, en los partidos perdidos en deportes, en esos lugares donde nadie va, pero que todos conocen. Esas ridículas alegrías somos Eduardo y yo, los personajes secundarios que son icónicos en esta temporada llamada preparatoria, es así como nos catalogaron.
No nos desagrada, Eddy y yo lo sabemos y es divertido, y procuramos que siga siendo así, puesto que caemos lo suficiente bien, pero mantenemos esa línea de no tener más amigos de lo debido. Somos intolerantes a la gente masiva. Él y yo somos la dupla en cada lugar, mejores amigos desde el preescolar e irónicamente nuestra amistad comenzó sin una sola palabra.
Según mi madre en aquel año de 2007 yo quería escaparme y Eddy, como todo un metiche, mientras caminaba hacia el baño se percató de una niña intentando trepar la reja para salirse y él en vez de acusarme decidió ayudarme, claro que no lo logramos. Mandaron a llamar a nuestras madres y ellas al vernos riendo entendieron que nosotros estábamos conectados. Creyeron que por ser niños no nos tendríamos en cuenta, pero resulta y resalta que a partir de ese día ya no se nos volvió a ver separados.
Por obra del destino fuimos inscritos en la misma primaria, el tiempo pasó convirtiéndonos en mejores amigos y gracias a la insistencia de vernos, nuestros padres se conocieron y entablaron una buena amistad por lo que cada último viernes del mes siempre nos reunimos a jugar y cenar. Nuestras familias creían que terminaríamos enamorándonos como cualquier chico y chica, pero no es así, lo que Eduardo y yo tenemos no es algo que se pueda transformar, él es mi alma gemela y no precisamente debe ser romántico.
Mi vida ha sido buena, en general creo que con Eddy es bastante buena pues mis memorias son estando juntos en las peores, las buenas, las humillantes y las inolvidables. Su lealtad y compañerismo me ha ayudado a superar toda etapa dolorosa, incluso la relación con mi hermano mayor, Abel.
He escuchado a medio mundo contar sobre la maravillosa relación que tienen con sus hermanos mayores. A mí nunca me ha faltado nada a excepción de un buen lazo con Abel, es un adulto de 28 años, diez más que yo. Desde que tengo memoria me ha tenido aborrecida, hemos tenido pelas que llegan a los golpes e insultos desagradables donde me hace menos, mis padres dicen que no es así, que él solamente es antisocial, cosa que no es cierta. Yo sé que intentan buscar excusas factibles para que yo no este enterada que efectivamente me odia y nunca he entendido el porqué, deje de buscarlo y ahora solo vivo con eso y aprendí a tolerar hasta el día en que él se vaya de casa o yo me vaya a la universidad.
Tanto él como yo procuramos no hablarnos y si es posible no vernos, y si lo hacemos que sea el poco tiempo posible. En los desayunos y cenas tenemos un horario establecido para no encontrarnos, pero si por alguna razón tenemos que comer juntos no nos miramos, en mis cumpleaños no esta presente ni yo en los suyos, nuestras habitaciones están separadas de extremo a extremo y cada uno tiene su baño propio. Yo no toco sus cubiertos ni él los míos, compro un sillón aparte porque yo uso toda la sala, si usa la televisión yo no puedo pedirla hasta que se vaya. En navidad él la pasa con sus amigos, pero año nuevo lo pasamos juntos con la familia Villareal. Tanto es así la situación con mi gran hermano mayor. Todo eso se estableció porque él no tolera verme ni saber que estoy ahí, por mi parte me da igual, no puede dolerme lo que nunca tuve.
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Mejores amigos hasta el final
Teen FictionSerie "hasta el final". Libro I En la vida normal de una adolescente como yo siempre sucede un poco de todo cuando esta acompañada de su mejor amigo. Tragicomedias, momentos divertidos, humillantes, chismes, decepciones amorosas, primeras veces, sab...