El Poder de un Te amo (En Edición)

Cap 4

Usagi no contenía la felicidad de saber que Misaki estaba esperando un hijo suyo, pero aquella dicha no hacía que el miedo que le hablaba en un rincón de su cabeza disminuyera. Jamás se había sentido una persona empatica o responsable, ni siquiera de si mismo, entonces la duda de sí acaso sería buen padre lo desvelaba diariamente. A esos pensamientos los acompañaba el peligro en sí del embarazo de su amado. El parto para cualquier mujer es riesgoso pero para alguien tan delicado como Misaki...bueno las noche se le iban en pensar todo el tiempo. Pensaba en como podría ser padre, en que pasaría si tenía que serlo solo, su noción de incapacidad lo sentía ahogarse, apenas se mantenía vivo a sí mismo como mantendría vivo a alguien más. 

-¿Misaki tendra experiencia con los bebés? - pensaba Usagi en una de sus desveladas. -¿qué pasara sí es niña?, ¿Misaki tendra alguna experiencia con niñas?. La verdad es que no lo creo al único bebé que he visto que Misaki cuidó fue a el hijo de Takajiro sin embargo tampoco era tan experto y tenia muchas dudas.

Las preguntas de Usagi eran validad para cualquier padre primerizo, pero decidió guardarlas para si mismo, no quería infundir a Misaki con miedos que el no tenía, ya cargaba con mucho por el simple hecho de llevar el al bebé.

 - Usagi-san, ¿qué estas haciendo?-

 - Ehh.. yo, estaba pensando

 - Usagi, ¿puedo hacerte una pregunta seria?- decía Misaki con timidez.

 - Claro que si, Misaki- dijo Usagi acariciándole la mejilla con cariño.

 - Realmente, ¿crees que es conveniente la llegada de esta bebé a tu vida?, digo no te gustan los niños, además de que nunca has cuidado a uno... para mi tu carrera es muy importante y pues te lo digo como tu editor.  No quiero que un bebé venga a destruir todo lo que te ha costado formar tu futuro, si no es algo que quieres, después de todo es algo a lo que nunca hubieses estado expuesto de no ser por mi - dijo Misaki con un tono de voz entre culpa y tristeza

 - Misaki yo quiero que entiendas que tu jamas serás una carga para mi y ahora menos, se que talvez no podré ser el mejor padre del mundo.... pero te juro que amare a este bebé tanto como tú. - Los ojos de Misaki se humedecieron llegando al punto de empezar a llorar.-

-Había estado pensando tanto acerca de mis propias dudas que no me detuve a ver como se sentia Misaki y que miedos tenia...- pensaba Usagi.

 Los pensamientos de Usagi se volvían contra el, realmente quería mantener a Misaki lo más tranquilo posible. No era ninguna novedad lo frágil que era la mente de Misaki, siempre había vivido con pensamientos muy negativos, su propia existencia era algo que el consideraba una molestia, la mente de Misaki habia estado muy cerca de romperse en más de una ocasión. No fue hasta que sintió a Usagi como su verdadero lugar seguro que comenzó a abrirse a ser más el mismo. Pero fue eso mismo lo que lo llevo a que su mente realmente se volviese en su contra.  Y el peor recuerdo de la vida de Usagi volvía a su mente.

Habían pasado aproximadamente 3 años.

Usagi era consiente de todo lo que Misaki hacía para el, cocinaba, mantenía la casa en orden, estaba para el cuando lo necesitaba (en todos los aspectos), pero al igual que Misaki jamás lo reconoció en voz alta. 

Un día por la tarde Usagi había regresado de una reunión con respecto a una herencia que un familiar suyo le había dejado. Las cosas se habían puesto tensas con la familia Usami, tanto que el estaba en un humor sumamente sensible. Se había acercado al refrigerador en busca de algo que le quitara ese mal sabor de boca que tenía, alguno de los dulces barato de Misaki ayudaría, pero...no había nada. Entonces simplemente decidió tirarse en el sillón. Misaki regresaba de trabajar, hasta las 2 de la tarde, que era cuando comenzaba a hacer la comida del día. Ese día después de trabajar Misaki llegó también un poco sensible, vio que Usagi había dejado su saco y corbata tirados en la entrada a la sala y se molesto mucho por ello.