Prólogo

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— Al final los dos somos responsables de todo lo que ocurrió, tanto para una relación como para una infidelidad hacen falta dos y nosotros fuimos esas dos personas que permitieron las cosas llegar hasta este punto. Fingimos, mentimos, pretendimos que todo estaba bien cuando todo estaba mal, callamos e hicimos sufrir al otro aún consciente de ello. — Le mantuvo la mirada y sus palabras fluyeron como un rio acaudalado.

Estaba consciente que las palabras de su pareja eran ciertas pero aunque su cuerpo y mente estaban en otro lugar, con otro hombre, ese que tenía parado delante de él había significado mucho en su vida, fue su pilar, su más grande apoyo y quien lo hizo asegurarse de sus preferencias. No solamente era costumbre o agradecimiento, seguía teniendo sentimientos por él, seguía sintiéndose bien a su lado, su cuerpo respondía a sus estímulos y su corazón aún latía con fuerza ante él. Eran dos personas distintas pero que juntos hacían a su persona ideal, no quería perder a ninguno de los dos.

Con él ya tenía seguridad, estabilidad, con el otro recién comenzaban a conocerse fuera de una cama. Tampoco quería saberlo en brazos de otro hombre y saber qué había estado con alguien más lo atormentaba a morir a pesar de no tener la potestad suficiente como para recriminarlo, siendo que él había hecho exactamente lo mismo. No quería dejarlo ir, lo necesitaba... Igual o tanto como necesitaba al otro.

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Siempre se consideró una persona recta, de un solo amor y una sola pareja, sin embargo había  dejado al lado todas sus creencias en el momento que sus cuerpos se entrelazaron, todo empezó como algo del cual se arrepintieron, echándole la culpa al alcohol y la soledad, a sabiendas que había sido más que eso.

No se había enamorado de su pareja pero sí le gustaba y sentía bien a su lado, sin embargo para él había llegado la hora de ponerle punto final a lo que quería y por lo que sentía cariño e ir por aquello que amaba, eso que se había metido bajo su piel y adueñado de su alma. Aquel que lo ayudaba a respirar, por lo que quería vivir, a lo que se quería entregar en cuerpo y alma.

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