Olvidado / OS

Olvidado / Parte única

oscuridad

Era lo único que podían ver sus opacos ojos verdes. Aquellas esmeraldas que fueron corrompidas por el mal y el odio.

--¿Entonces que harás? 

Ahí estaba de nueva cuenta esa molesta voz, preguntando constantemente que haría una vez lo liberaran, aunque esa voz, la persona tras ella, ya debía conocer perfectamente su respuesta.

--Eliminarlos.

Era una respuesta tan simple, pero tan concreta. Eso era lo único que deseaba. Eliminarlos, quitarles las vidas, ver sus ojos perdiendo el color. 

Deseaba hacerlos agonizar, que sufran por haberlo abandonado cuando él más los necesitó. Él había arriesgado su vida, creyendo ciegamente que irían a salvarlo, pero no fue así, ya paso casi un año, y lo sabe por las charlas que tenían Toga y Dabi. 

Dabi, aquel chico que es el responsable de que estuviera ahí metido, aunque no lo culpa ahora, gracias a él se dio cuenta que sus compañeros eran verdaderas basuras. Que el símbolo de la paz era una mierda, y todos los héroes eran inútiles interesados.

--¿Eliminar a quien?

Esa era otra pregunta fácil de responder.

--A mis compañeros de UA.

Las respuestas salían tan frías como graves, la falta de agua en mi garganta me afectaba, ¿Cuándo fue la última vez que comí algo decente?

El molesto sonido de la puerta de metal se escuchaba tan chilloso y horroroso. La fría luz del otro lado de la puerta me comenzaba a incomodar a la vista. Estar en completa oscuridad siendo torturado de tantas formas, sintiendo la mente fragmentarse, podía hacer que odiaras completamente lo que posea algún tipo de brillo. 

--Eres libre. Puedes ir a matar a todos aquellos que te traicionaron. 

No di tiempo a más, quería matar, quería asesinar, quería ver la sangre ajena recorrer mis manos. 

Quería escucharlos gritar piedad, eso que jamás me dieron, quiero escucharlos rogar aquello que tanto pedí, ayuda, comprensión, descanso.

Ahora era mi turno de vengarme de todo  y todos. 

Ahora era mi turno disfrutar del escarmiento y las practicas que me hicieron. 

Las cicatrices en mi cuerpo no serán en vano.