Te ame sin conocerte

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Vaya que Pepper era una mujer a temer pues una vez que una idea cruzaba por su mente no la dejaba hasta verla hecha realidad, así que una vez que le presentas una oportunidad no la desaprovecha, fue muy iluso de su parte tenderse prácticamente en ...

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Vaya que Pepper era una mujer a temer pues una vez que una idea cruzaba por su mente no la dejaba hasta verla hecha realidad, así que una vez que le presentas una oportunidad no la desaprovecha, fue muy iluso de su parte tenderse prácticamente en una charola de plata pues la rubia se aprovechó de su buen humor para arrastrarlo a una junta tras otra sin descanso durante casi todo el día, eran casi las 4 de la tarde para cuando logró escaparse de aquella tortura a la que lo habían sometido.

Era así que patéticamente se encontraba en aquellos momentos escondido bajo tras unas plantas decorativas de aquella sala de juntas, solo esperando el momento justo para salir corriendo de las oficinas de su propia empresa, tenía ya acalambradas las piernas por permanecer tanto tiempo de cuclillas pero Pepper no dejaba de buscarle sin dejarle una oportunidad de escapar.

Podría jurar que cada vello de su cuerpo se erizo al escuchar el repiqueo de unos tacones acercarse cada vez más a su escondite, justo cuando estaban por llegar a donde se encontraba dieron la vuelta inesperadamente, soltó el aire que no sabía que retenía y en un momento de valentía se aventuró a asomarse fuera de su área segura para ver si la costa estaba despejada y para su buena suerte así era, se puso de pie tan rápido como sus torpes piernas le permitieron y dando traspiés salió corriendo de allí.

Corrió sin mirar atrás no fuera su suerte y la rubia se diera cuenta de su huida y fuera tras él, era muy capaz de llevarlo de la oreja de regreso al trabajo, pero como culparlo, esas juntas y papeleo eran realmente aburridas y parecieran ser eternas.

Corrió sin mirar atrás no fuera su suerte y la rubia se diera cuenta de su huida y fuera tras él, era muy capaz de llevarlo de la oreja de regreso al trabajo, pero como culparlo, esas juntas y papeleo eran realmente aburridas y parecieran ser eternas

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Hambriento y a aburrido comenzó a vagar por la ciudad buscando colocar la mayor distancia entre él y una muy seguramente furiosa Pepper Potts. Camino sin un rumbo fijo, solo se dejó llevar por la corriente, buscaba un buen lugar de comidas, y allí estaba como caído del cielo sus amadas hamburguesas, prácticamente corrió al local para ordenar las más grandes y grasosas hamburguesas con extra queso, ¡Oh sí! El manjar de los dioses sin duda, devoró una casi de inmediato mientras la otra permanecía guardada en la pequeña bolsa que le dieron junto a sus papas extra, esas las guardaría para después.

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