comienzo

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Hacia alboroto en esa casa, esa casa que de algún modo la sentía familiar pero no recuerdo porque. mi hermano tomaba mi mano mientras que con su otra mano sostenía una mochila que esa mujer de ojos color rubí le entrego entre sollozos, a cambio yo con mi otra mano sostenía el conejo lila que el hombre de pelo color rojo me obsequio. 

-no se preocupen mis amores pronto estarán bien lejos de ellos-

no entendí muy bien a lo que la señora se refería ya que hablaba entre sollozos y temblando. La mujer de ojos color rubí nos subió a un auto  mientras el hombre pelirrojo lo encendía para partir a no se donde. Bonnie y yo nos observamos mutuamente sin saber a donde nos dirigíamos. 

-*Bonnie a donde crees que vamos*-

-*no lo se Kace, pero estoy asustado*- 

-*yo también*-

así es mi hermano y yo de algún modo nos podíamos comunicar telepáticamente pero no solíamos hacerlo mucho ya que esos dos adulto no lo permitían al parecer a las demás personas no les era común así que evitábamos hacerlo.

-haber mis amores-

nos decía entre sollozos la mujer

-  no se asusten estarán muy bien nos alejaremos ya que hay gente que es mala y nos quiere hacer daño ¿entendido?-

Bonnie y yo asentimos con la cabeza.

-ok hermosos-

llovía y el hombre pelirrojo manejaba lo mas rápido posible por el temor que sentía y que yo podía ver ya que era un tono verde preocupante. Bonnie me tomo la mano muy fuerte y le pregunte que que era lo que le pasaba

-*Kace si sigue manejando así el hombre, el auto volcara*-

así es mi hermano podía tener visiones futuras pero no muchas solían ser muy precisas por esa razón no solía usar su "don".

-*¿enserio Bonnie?*-

siguió avanzando el auto y mas le aceleraba el hombre

-Érick baja la velocidad o chocarás-  

-no vez que si no acelero nos mataran Abigail-

de repente en una curva el auto derrapo y choco con otro, Bonnie y yo nos tomamos muy fuerte de las manos, nuestro auto volcó y comenzó a dar vueltas quedando muy magullado. Los dos adultos de nuestro auto murieron, nosotros de algún modo no sufrimos masque unos cuantos rasguños en los brazos y cara. Salimos del carro y nos colocamos en la orilla de la carretera mientras los autos pasaban cerca del accidente. Teníamos frío así que nos abrazamos para aumentar el calor mutuamente. En ese momento comenzaron a escucharse sirenas de patrullas que se acercaban al lugar del accidente. Una mujer peliblanca se acerco a Bonnie y a mi nosotros nos abrazamos mas y el miedo comenzaba a fluir de un tono gris.

-Hola angelitos, ¿están bien?, ¿Cuáles son sus nombre? ¿y sus papis?

Bonnie y yo no contestamos por el temor que no fuera hacer algo. Ella solo nos miro compasivamente y nos dio una cálida sonrisa, que de algún modo nos relajo,  y ese color gris que nos rodeaba se fue diluyendo en un cálido color naranja que reflejaba confianza hacia esa mujer.


El lazo que nos uneWhere stories live. Discover now