Capitulo I

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Eran alrededor de las tres de la madrugada, ¿ese mismo sueño otra vez?- se preguntaba mi subconsciente mientras todavía estaba medio dormido - será mejor que regrese a la cama, después de todo mañana tengo clases y como es el primer día quiero dar una buena impresión ante los profesores.

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Suena el mini radio que está en la mesa de noche de mi habitación avisándome que eran las 5:30 de la mañana, era hora de levantarse a comenzar la constante rutina a la que yo llamo vida, de mi casa a la preparatoria, de la preparatoria a mi casa y así hasta que se vuelve un circulo vicioso, el cual me resulta un tanto divertido por las personas a las que llamo amigos puesto a que siempre buscan la manera de sacarme una sonrisa así yo no quiera.

Alan es hora de levantare- grita mi madre desde el pasillo que conduce hacia las escaleras del segundo piso-

¡¡¡Está bien mama!!!- le grito aun medio dormido desde mi habitación-

Y. así empieza un día como cualquier otro, el clásico chico que acaba de mudarse a un pueblo nuevo << ósea no pudo haber sido a una ciudad o a un lugar con mas civilización>>, mi mama por algún puto motivo quiso mudarse aquí a un pueblo en lo que diría yo que está en medio de la nada.

Mientras estoy en el baño haciendo my rutina diaria para salir camino al colegio pienso en cómo fue que terminamos en este pueblo. ¡Ha! Ya recordé a mi mama le habían dado en herencia una mansión súper antigua la cual perteneció a nuestra familia por más de cinco generaciones. Entonces como mama decidió que "necesitamos salir del ajetreo de la ciudad"<<pienso esto con su voz, suena un poco gracioso>>.

Una vez listo para afrontar lo que este pueblo de pacotilla tenga para mi decido salir de la intrigante mansión, una vez que se cierran detrás de mí las rejas de hierro forjado aparece el autobús de mi secundaria

- ¡¡ ¿HEY CHICO SUBE O PENSAS QUEDARTE HAY PARADO?!!- me grita el conductor del autobús desde su asiento-.

- ¡¡HEY CALMATE AMIGO YA ESTOY SUBIENDO!!- le respondo en tono desafiante al conductor.

Cuando subí al bus me di cuenta que no era nada fuera de lo común un autobús escolar con un montón de personas adolecentes con las hormonas más arriba de la cabeza, no tendría nada de qué preocuparme. Mientras voy caminando en la búsqueda de un asiento vacío me encuentro con que el único asiento disponible en el bus está al lado de un chico de aspecto intrigante como si se tratara de una persona de otro mundo.

- Hola- le digo estirando mi mano en señal de saludo-

El extraño chico ni siquiera se molesto en dirigirme la mirada, seguía perdido en el encantador horizonte que exponía las ventanas de aquel bus, pero me seguía pareciendo una total falta de respeto de su parte el que ni siquiera me volteara a ver-quizá este perdido en el horizonte o algo así- me dice mi pequeño subconsciente aun adormecido por el tener que despertar temprano, y es que no los culpo. El horizonte visto desde esta ciudad y a esta hora es algo hipnotizante. Pequeños matices que van desde el negro sepulcral de la agonizante noches hasta el rojo sofocante del sol naciente, todo en perfecta y pacificante harmonía, es perfecto.

- -¿perdón?- me dice el castaño observándome con la mirada aun perdida en el horizonte apreciable desde la ventana del bus

- -¡¿Qué?!- le respondo con un tono desconfiado, aunque estoy haciendo mi mayor esfuerzo para no sonar interesado por su voz gruesa.

The Prince of dark bloodWhere stories live. Discover now