¿Resumen de los acontecimientos?
Los malditos imperiales seguían siendo los mismos cerdos corruptos de siempre, a priori eso no sería un gran problema si no fuera porque en esta ocasion fue alguien mas quien les pago algunas monedas extra para pasar por alto el acuerdo que tenían de meterse demasiado en sus asuntos. No deseaba aceptarlo en voz alta pero vaya que le habían jodido, le agarraron con la guardia baja y un poco mas ebrio de lo usual por lo que al final lo único que pudo hacer fue respirar hondo e intentar ignorar el dolor de los golpes, las patadas y demás; venga, que los guardias eran unos malditos gorilas y no le habían matado de buenas a primeras por sus contactos pero eso no iba a salvarle siempre pues tal vez tendría cierta inmunidad para varias cosas era sencillo hacer pasar eso por el ataque de unos bandidos y hacían bien las cosas.
Primero se quitan los guantes para que en las heridas no se note el roce de los nudillos de hierro grabados, los bandidos suelen llevar las manos desnudas o a lo mucho utilizar cuero ya que el hierro es caro, luego, no puede simplemente usar su espada y apuñalarte pues en el filo de las armas de los guardias está demasiado cuidado por lo que sería un corte limpio, también deben de hacer las cosas en un sitio alejado a la ciudad pero conectado a alguna ruta o un pequeño riachuelo, los lugares favoritos de los bandidos para atacar a pobres imbéciles. Y ultimo pero no menos importante, los bandidos suelen pasar por largos periodos en soledad y las pocas ocasiones donde no es cuando secuestran a alguna pobre chica por lo que la violación es algo normal y créeme, no suelo rezar a los divinos pero por un momento en serio pensé que esos cabrones iban a cogerme. . por suerte solo era uno de sus bastardos que deseaba robarme un amuleto que llevaba en el bolsillo trasero.
Después de la paliza el mas imbécil del grupo me apuñalo en un costado utilizando una navaja para pelar patatas, no me gusta darle el gusto a las personas pero tuve que fingir sufrir en agonía para que el imbécil creyera que no era necesario rematarme. Tan solo necesitaba quedarme aquí acostado hasta volver a sentir las piernas e irme hacia mi campamento al este, por supuesto que no era la primera vez que lidiaba con herida de ese estilo y aunque dolorosa la costilla había servido para impedir que el filo del arma llegara a tocar algo importante, solo sería una nueva cicatriz y una molestia por un par de semanas; nada fuera de lo normal, sonara espantoso pero creo que últimamente empezaba a acostumbrarme a estas cosas. Puede que tal vez aquella vieja sacerdotisa tuviese razón y ya fuese tiempo de pagar todas las cosas que había hecho, en serio me hubiese encantado escuchar toda su verborrea para darme una idea de cómo lidiar con esto pero me termino hartando y tuve que golpearla en la cabeza utilizando un jarrón, eso obviamente no iba a matarla. . . o al menos eso creo.
¿De qué estaba hablando?
Oh cierto, jamás debes de confiar en un elfo bajo ninguna maldita circunstancia, esos desgraciados lame suelas de su supuesto dominio inmortal no hacen más que ocasionar problemas con sus mierdas elficas y su magia y sus estupideces.
Esta bien. . . puede que tal vez y solo tal vez esa puñalada sea un poco más grave de lo que quisiera que fuese, uno piensa que el delirar puede ser divertido y tal vez lo sea pero solo cuando es culpa del alcohol o el azúcar lunar mas no por culpa por la falta de sangre. No sé ni cuánto tiempo llevo aquí tirado en realidad pero creo que ya ha sido tiempo más que suficiente para que en otras ocasiones me hubiese puesto de pie pero heme aquí, tirado en el suelo ensuciando mi camiseta favorita con sangre y barro mientras ese puto perro imaginario no deja de ladrar e intentar quitarme la bota; quisiera poder mandarlo a la mierda pero no puedo hablar por más que quiera hacerlo, simplemente es como si mi boca no quisiese reaccionar. Me recuerda a aquella ocasión donde Aren me hizo un flores que encontró en el campo y se le hicieron lindas, el problema con eso fue que coloco un par de hongos "bonitos" que encontró en un tocón y no eran ni más ni menos que setas media luna, unas de una clase extremadamente venenosa.Espera. . . ¿en qué momento empecé a moverme?
Venga ya, no sé si alguien me esta ayudando o estoy estirando la pata, solamente sé que Aren se terminara enojando si me muero, aun no le he enseñado a preparar aquel pastel de frutos invernales.
Oh mierda. . . todo se esta poniendo negro nuevamente, creo que sería lo mejor, dormir un rato, ¿no lo crees, amigo mío?
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Cuentos sobre borracheras, viajes y toda clase de aventuras
FantasyDescripción pendiente.