Yoongi despertó con un insoportable dolor de cabeza y espalda. La noche anterior había salido a beber con Namjoon y sus amigos, se la había pasado bastante bien hasta que Jungkook se metió en una pelea por una chica, el niño a penas estaba comenzando a salir y ya se estaba metiendo en problemas.
Quiso darse vuelta para hacer sonar su espalda para aliviar un poco el dolor, pero un tironeo en sus brazos le hizo detener la acción. ¿Por qué estaba atado a la cama?
Aún no había abierto los ojos porque en su casa de Busan, a diferencia de la de Seúl, tenía un gran ventanal al que siempre olvidaba cerrarle la ventana y con la resaca, no quería que la luz impactara de lleno en sus ojos.
—Por fin estas despierto – se congeló al oír una voz totalmente desconocida y se removió incómodo, notando que también sus pies estaban atados — Yoongi por favor... Abre los ojos, quiero ver esas dos esferas negras que tanto amo.
El rapero sintió un gran miedo crecer desde la punta de sus pies hasta instalarse con fuerza en su corazón, ¿lo habían secuestrado? Con sumo cuidado abrió los ojos y se encontró con un niño, o al menos así lo parecía.
Sus mejillas eran abultadas y rosadas al igual que sus gruesos labios. Tenía unas pequeñas líneas de delineador en sus ojos color avellana que estaban desaparecidos tras esa gran sonrisa que llevaba. Sonrisa de ojos. Su cabello era rubio y estaba muy bien peinado hacia el costado, lo tenía un poco largo pero aún así, dejaba ver el pendiente que colgaba de su oreja izquierda. El desconocido estaba parado en una pose extraña, sus dos talones se tocaban mientras sus pies eran extendidos hacia afuera.
Le sonaba familiar pero no podía recordar donde lo había visto.
—¿Quién eres? — finalmente encontró su voz y el chico juntó sus cejas al escucharlo hablar.
—Amor ya no debes fingir. No hay nadie aquí y seremos felices como lo planeamos desde el primer día, ¿recuerda? — Yoongi encontraba adorable al niño frente a él, pero sus ojos se veían perdidos y lo tenía amarrado. Definitivamente era cualquier cosa menos tierno.
—Yo... Yo no te conozco – se odió a si mismo por tartamudear, en esas situaciones debía mantener la calma. Siempre había tenido miedo de que algún fan loco le hiciera algo, por eso había estudiado muchos casos, pero estaba haciendo todo lo contrario de lo que había leído.
—¿Por qué dices que no me conoces? Esto ya no es gracioso, Hyung. Soy Jimin, amor. ¿Sabe? He esperado mucho tiempo por esto y finalmente estaremos juntos — se acercó para acariciarle la mejilla con suavidad y Yoongi se apartó bruscamente — estas siendo muy duro, Yoongi. ¿Hice algo mal?
—¿Podrías desatarme? Por favor... Necesito ir al baño – la sonrisa de Jimin se amplió y sin protestar le desató los amarres de manos y pies para llevarlo hasta el baño.
Yoongi temblaba tanto que ni pudo hacer nada más que observar el lugar. Se quedó más tiempo del necesario en el pequeño cubículo, pero tenía que pensar un plan de escape.
—Fue buena la estrategia de usar a Namjoon como distracción – la mención de su mejor amigo lo sacó de sus pensamientos y negó, ¿quién era este niño y qué quería? — pero siempre he sabido interpretar sus señales, Hyung. El día que nuestras miradas se cruzaron por primera vez... Pude ver todas sus promesas – Yoongi no contestó por que no sabía que decir exactamente. ¿Saldría vivo de allí? — ¿ya terminó, Hyung? Debemos alistarnos.
¿Alistarse?
Jimin al no recibir respuesta lo tomó como un si e ingresó en el baño. Yoongi aprovechó su distracción para empujarlo contra el lavabo, logrando que el menor golpeara su cabeza con fuerza.
Salió corriendo hacia la única puerta que pudo ver en el pequeño trayecto, había que subir unos pocos escalones para llegar a ella. Al tener el pomo en la mano pudo respirar, sintiendo el alivio recorrer cada centímetro de su cuerpo, pero todo se borró cuando lo giró y nada pasó.
—Tomaste una mala decisión, Min Yoongi.
No quería girarse, pero al hacerlo pudo ver que Jimin estaba detrás de él con sus ojos avellana de un negro intenso y la sangre saliendo a chorros de su nariz manchando todo.
—Pude darte todo, Yoongi. Pero decidiste escapar como los otros.
Los otros.
Yoongi pensaba en esas dos palabras mientras era lanzado por las escaleras, con una fuerza que no era propia de alguien del tamaño y contextura de Jimin.
Su cabeza dio de lleno con el suelo y todo se volvió negro.
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Diario de una pasión | Yoonmin |
Fanfiction-Si tan sólo pudieras verme, Yoongi... *** Pareja principal: Yoonmin (Yoongi x Jimin) Capítulos cortos en formato de carta. Estado: Terminada. Capítulos: 26. Aclaración: esta historia fue subida a la plataforma Amino, es completamente de mi autoria...