Ella camina lentamente por el pasillo. El sonido de sus pasos se pierde en medio del bullicio de las personas que caminan al rededor. Cuando por fin se detiene, sus ojos se posan en la persona de enfrente por unos segundos, para luego sacar del bolsillo su celular y cambiar de canción en el reproductor.
Pronto una nueva melodía comienza a sonar por los auriculares y el suave sonido del violin le provoca una sonrisa. Ella enfoca la mirada al frente mientras regresa el celular a su bolsillo. Los ojos de ella no están posados en ninguna parte, ninguna cosa, ni ninguna persona en específico; Pero luego, mientras ella espera, alguien se cruza en su campo de visión. Él lleva una sudadera azul y al igual que ella, también está esperando. Ella lo observa y se sorprende al notar que dejó de prestarle atención a su oído para concentrarse en la manera que él mueve sus ojos para leer la pantalla de su celular y como levanta sus comisuras al escribir, completamente imperceptible para las personas a su alrededor. Ella deja de hacerlo, decide no darle importancia y seguir con lo que está haciendo. Esperar.Él está sumergido en su mundo, piensa en todo lo que vio de camino ahí, hasta que el sonido de un mensaje lo hace despavilarse y reaccionar. Él saca su celular del bolsillo y comienza a responder un mensaje amigo. Algo le hace voltear la mirada a un lado, quizás fue un reflejo, quizás fue una reacción, entonces alguien se cuela en su campo de visión. Ella lleva puestos unos auriculares y parece tener una mirada seria. Hay algo que le llama la atención, quizás sea la forma en que mueve sus dedos ligeramente al compás de un ritmo invisible e inaudible, completamente imperceptibles a los ojos de los demás al estar pegados a su costado, o quizás fue su cabello oscuro contrastando con su ropa, no lo sabe, pero decide no pensar en eso. Él continua redactando su mensaje y se resigna a hacer lo que diario hace. Esperar.
Al día siguiente, llegan al lugar donde esperaban. Ella vuelve a tener los auriculares puestos y él vuelve a llevar el celular en la mano. Ella vuelve a mirarlo sin saber por qué y él vuelve a mirarla sin saber por qué.
Las personas en las filas avanzan y ellos no dudan en hacerlo igual, ninguno quiere ser el último en subir al vagón.
Al avanzar, sienten que algo dejan inconcluso, sin saber que en realidad sí dejan algo sin terminar.Las demás veces no tienen importancia, y basta con saber que en realidad las hubieron... basta con saber que en realidad las sintieron.
Simplemente esperan, en realidad no saben qué o a quién, pero siguen exactamente en el mismo lugar que ayer.Él llegó detrás de alguien, en realidad no tenía importancia quién fuera. Su mirada recorrió las filas de a lado hasta que sus ojos dieron con lo único que buscaba entre la multitud, aún sin saber por qué.
Ella llegó delante de alguien, y en realidad no le importaba de quién se tratara. Pudo haber sido la misma persona que ayer o que hace un mes, pero seguía sin importarle, solo buscó con la mirada en las filas de los lados a lo único que buscaba entre la gente desde hace varios días ya.
Las personas platicaban mientras avanzaban, madres con sus hijos, grupos de amigos que salían de sus colegios, personas llamando por teléfono... Y en medio de esa multitud diaria, dos personas que se buscaban sin saber por qué y que se negaban a partir sin antes haber encontrado al otro mientras pasaban desapercibidos como todos los días. Y una suerte fue que no pasara así.
Antes de subir al vagón, ambos se encontraron, y esa fue la primera vez que sus ojos se miraban conectados. Sus miradas estuvieron fijas una en la otra hasta que la compuerta de los vagones diferentes se los impidió. Esa fue la primera vez que se percataron de la mirada del otro sobre ellos, sin siquiera imaginarse que no era la primera vez, solo había sido la primera que ellos habían visto. Los ojos de cada uno se quedaron grabados en sus memorias, como una cinta que se reproduce una y otra vez, se había movido algo en cada uno, un creciente deseo de volver a verse se instaló en ellos, junto con el sentimiento de emoción que su rápido palpitar demostraba.
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Entre sombras ajenas
Romance"Simplemente esperan, en realidad no saben qué o a quién, pero siguen exactamente en el mismo lugar que ayer". Ella espera para subir al vagón de todos los días mientras escucha música. Él espera para subir al vagón de todos los días mientras revisa...