El destino lo quiso así (Justin&Tú)

Capítulo 3

Decidí llamar a Delfina (A ella no le gusta tanto Justin, solo le gustan sus canciones), cuando le conté todo lo que había pasado me dijo:

-Seguro que Ashley fue a decirle a su mamita que le compre entradas para verlo-Ella la detesta.

-Si puede ser, la verdad que tiene una gran madre.- respondí

-Hay _____ ella es la bebe de mama. Tú también tienes una gran madre y hasta seguro que mejor que la de ella.

-No mi madre nunca esta cuando la necesito. -Enojada

-Bueno no quiero hablar de esto. Porque empezaremos a discutir y eso no me gusta.

-¿Nos encontramos en la plaza que está  cerca del colegio ok?

-Bueno. Nos vemos ahí. Respondí.

-Espera ¿Por qué no viniste?

-Te lo cuento allá Nos vemos amiga. Te amo chau- corté.

Al llegar a la plaza, Delfina ya estaba conversando con 3 chicos, la verdad que ella es demasiado sociable. Me acerqué saludé a todos (iba a quedar muy mal si saludaba solo a Delfina)

Los 3 andaban  en Skate, son muy lindos. Uno se me acerca y me dice en el oído con voz suave:

-Sabes andan en skate.

-No. La verdad que me voy a romper la cabeza.- Respondí

-JAJA-Rio –Como te llamas?

-______ Respondí.

-Lindo nombre- Dijo.

-¿Y tú?

-Ezequiel.- Me tomo de la mano y dijo.

-Ven te enseñaré a andar.

Ya me estaba empezando a sonrojar, me alagan mucho a veces (creo que me enamore)

No_______no puedes estar enamorada, recuerda que con todos los que estuviste te rompieron el corazón.-pensé.

Eu que te pasó, ¿En qué te quedaste pensado? Dijo Ezequiel que estaba tratando de enseñarme.

Ya el sol se estaba escondiendo y la verdad que no quería llegar tan tarde a casa.

-Ya me voy le dije a Eze (Sí,le puse un apodo).

-Te acompaño. Murmuro

-Bueno vamos. Dije.

-Me voy grite a los demás, cuando mire para allá Delfina ya se estaba chapando a uno. JAJAJA Reí.

Me pasé casi todo el día en la plaza la verdad que la pase muy bien a pesar de todo. Ezequiel es un gran chico. No me pase mucho tiempo con Delfina, no entiendo por qué, si la idea era que hablemos nosotras.

Eze me acompaño hasta mi casa y tomamos un jugo de manzana, y pasó lo que menos pensaba:

Cuando lo acompañé hasta la puerta lo iba a saludar porque ya se iba y me dio un beso (yo se la seguí) la verdad que después de eso no sabía que decir o que cara poner pero ya pasó. Él me dijo que me llamaría y se fue.