Cap.1

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Era un día nublado y diluviaba, los truenos sonaban cerca y los relámpagos cegaban los ojos. No había amanecido todavía pero Diana estaba despierta. Era una chica de pelo rubio como el sol y los ojos negros y profundos como la noche.

Se levantó sobresaltada por la tormenta que retumbaba cerca de su barrio, pero no le importó, se vistió y salió a pasear, le gustaba ver la naturaleza y más en estos días que no había mucha gente fuera. Salió sin paraguas, sintiendo la lluvia cayendo sobre ella y el mundo bajo sus pies.
Corrió y saltó, se hallaba en el bosque, se sentó bajo un árbol y contempló el paisaje, estaba todo muy tranquilo a pesar de el sonido de la lluvia y de los truenos, pero un llanto distrajo la atención de Diana y se acercó a ver que pasaba.
-Hola.. - Dijo un poco asustada
-¿Hay alguien? - Preguntó
El llanto seguía resonando por el bosque , pero nadie contestaba
-¿Hay alguien...? - preguntó de nuevo
No, aquí no hay nadie - respondió una voz un poco enfadada pero nostálgica a la vez.
Cuando Diana miró entre unos árboles, se encontró a un chico, con sus mejillas sonrojadas y los ojos rojos de tanto llorar. Diana se dio cuenta que bajo esa persona silenciosa y fría de pelo negro y de ojos grises y profundos que apenas conocía  se encontraba un alma con el corazón sensible y aparentemente roto.
-¿Qué te pasa? - Preguntó Diana intrigada
Pero el no contestó, simplemente se limitó a mirarla con los ojos llenos de lágrimas
-¿Cómo te llamas? - Preguntó Diana
-Me llamo Adrián, haces muchas preguntas ¿sabias? - Dijo un poco más alegre.

Diana miró el reloj y se dio cuenta de que llegaba tarde a su clase.
-¿Se me había olvidado! -Dijo, e intentó salir corriendo, pero Adrián logró agarrarle del brazo, en ese momento los dos notaron cómo se fundían sus pieles en una caricia
-¿Cómo te llamas? - Preguntó Adrián Diana, me llamo Diana
En ese momento salió corriendo hacia su casa.
Adrián se apoyó en un árbol y recordando es caricia corta pero memorable tristemente se dijo a sí mismo.
"Tal vez los demonios si podemos amar"
En ese momento no se distinguió la gota de lluvia de la  lágrima que derramó su profundo y expresivo ojo gris y ausente.

Enamorada de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora