Cap.3

34 7 3
                                    

Diana seguía muy preocupada por que Adrián no había vuelto ni tampoco oía gritos.
-¿Qué le habrá pasado? - Se preguntó Diana asustada
Al imaginar lo que le pudiera haber pasado a Adrián, su ojo negro derramó una lagrima que caía lentamente por su mejilla colorada. Diana intentó no hacer ningún ruido y ahogó toda su pena en un silencio inmenso, perdido entre sus sentimientos.
Bajó del árbol, y cuando al fin sus pies tocaron tierra los arbustos se movieron.
-¿Quien es..? - Se decidió a preguntar finalmente con un tono preocupado.
De los arbustos salió una figura de un chico, y Diana lo supo reconocer enseguida
-¡Adrián! - Grito aliviada
El levantó la cabeza, y con la ira aún presente en sus ojos contempló a Diana corriendo hacia sus brazos con la cara llena de preocupación para fundirse en un tierno y cálido abrazo.
El la abrazó, como nunca en su vida había abrazado ni querido a nadie y ella respondió a ese abrazo soltando una lagrima detrás de otra, soltando al fin toda la inmensa pena y preocupación que había sentido durante los minutos más eternos de su vida.
¡Estas vivo! - Dijo Diana al fin
El no dijo nada, simplemente la abrazó más fuerte, desde ese momento no se separaron ni un segundo, por dentro se quedaron fundidos en ese bonito y envidiable abrazo toda la noche, mientras en la realidad Diana dormía profundamente sobre el hombro magullado de Adrián, pero no le importó, no le importó el dolor de el hombro porque todos esos arañazos y esas heridas habían sido por ella, simple y únicamente por ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 06, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Enamorada de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora