Capítulo 1. El encuentro.

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Estoy temblando en el baño del macdonals que hay en mi ciudad, mi madre dijo que no me moviera de aquí así que no lo hago todo es miedo y ese olor apestoso llevo mucho tiempo aquí me estoy impacientando y entonces lo oigo.

La voz del grito de mi padre entra en mi cuerpo y me recorre en forma de escalofrío para posarse finalmente en mi corazón y estrujarlo. No entiendo que me impulsa pero me levanto dando traspiés y camino hacia la puerta del baño.

Ahora me encuentro en medio de la zona de mesas , en frente de mi tengo a mi padre de espaldas y un hombre frente a el le apunta con algo color negro. Después se escucha es como el sonido que usan en las carreras de mi primo para indicar que debe comenzar a correr y yo a prestar atención.

Pero ahora todo es diferente algo me moja la cara es rojo y sale de la cabeza de mi padre que yace en el suelo con la frente perforada.

Sangre.

Algo ardiente, filoso me atraviesa la garganta dolorosamente ,un grito, no, un alarido que aumenta cuando veo a mi madre desangrándose a pocos pasos de mi padre.

Ambos muertos.

De pronto mi padre abre los ojos y me mira de una manera extraña y me dice algo pero no es su voz es una voz femenina como la de .... Laura?

-¿Loreli?¿loreli? Despierta, despierta, cariño es solo otra pesadilla.

Siento como me sobresalto, y mi mente se aclara, todo fue un sueño Como siempre.

-¿Te sientes mejor?- me pregunta Laura de camino a su oficina en teoría debería llamarle consultorio o sala pero parece más una trabajadora social que psicóloga así que me parece correcto llamarle oficina.

-Si. Gracias.- respondo.

Al parecer también daba alaridos en este mundo. Así que mis compañeras reclusas llamaron a unos cuantos guardias y a Laura.

No no se asusten no estoy en la cárcel solo lo parece estoy en una casa hogar ,soy huérfana, pero eso ya lo sabían y tengo diecisiete años. En un año saldré libre. Para ser más exactos 360 días. No tengo ni idea de lo que haré al salir de aquí pero ya deseo descubrirlo.

-Las pesadillas empeoran verdad lori.

- No me llames así.

- Lo lamento. Por un momento lo olvidé.

- Si ahora son peores. Pero eso ya lo sabias ahora dime,me puedo ir a mi habitación ¿ya?- contesto y cambio de tema para no enfrentarme a mi pasado. Ya lo he enfrentado demasiado. Sólo deseo tener la capacidad de renunciar.

-No Loreli tendremos una sesión extraordinaria.

- Hemos tenido ya veinte sesiones extraordinarias en lo que va del mes. Enserio es necesario.

-Me parece que si cariño.

Después de casi una hora de escuchar como Laura inventa hipótesis acerca de mi trauma y mis horrorosas pesadillas al fin se detiene y me mira,al parecer ya se dio cuenta de que la e ignorado desde que llegamos aquí.

-Y tu que crees Loreli ¿por qué te pasa esto?- me pregunta en su tonito condescendiente. Lástima.

- Pues esa si que es una pregunta difícil- respondo irónica -podría ser por que vi a mis padres morir cuando tenia unos cinco años de edad o ya se tal ves porque llegue aquí , ya que nadie de mi "familia" se quiso hacerse cargo de mi o podría ser también porque nadie quiso adoptarme, por que todos creen que estoy loca y todos me lo repiten a diario. Ahora dime Laura ¿cómo es que sigo viva si deseo tanto morir? ¿cómo es que dicen todos que estoy loca cuando yo se que no? ¿cómo es que me van a dejar libre si no estoy curada? sería un peligro para la sociedad... ¿cómo voy a escapar de tanto dolor? ¿porqué no te rindes y ya? No estoy loca mi querida Laura pero lo estaré y ya no me servirás de nada.

Salgo tan rápido como puedo para no ponerme a llorar y no me doy cuenta que esta ahí hasta que choco con él, con tanta fuerza que reboto y caigo al suelo.

-¿Estas bien? Dios mio, que golpe, si que eres fuerte.- me dice mientras soba su brazo y finge dolor.

Me tiende su mano y le miro la cara, lo conozco sí, pero de dónde. Cuando ya estoy de pie espero que suelte mi mano para seguir mi camino pero no lo hace.

-Hola mi nombre es Santiago Gigger ¿ y tu eres?

-No te interesa. ¿Me sueltas ya?

-Claro que me interesa. Siempre que una loca choca contra mi, me interesa. Verás soy psiquiatra y....

Ni siquiera me interesa escucharlo es otro idiota que me llama loca, así que me suelto y sigo mi camino. Ya he dado tres pasos cuando me sujeta del hombro con una fuerza sobrenatural o es eso ó si estoy loca.

-¡Dejame!- le estoy casi suplicando y de pronto enfuresco, me esta tendiendo una tarjeta que tiene su nombre, teléfono y la palabra psiquiatra con letras pulcras. -¡No estoy loca! Aún no.

-Ya lo sé. Es para cuando lo estés- me responde sonriendo.

Me acerca a él más de lo que debería e introduce la tarjeta en la bolsa trasera de mis jeans. Lejos de sobresaltarme, me quedo quieta. Reconosco el contacto.

Después él me suelta, me besa la mejilla y se aleja.

Mientras lo observo alejarse recuerdo por que me parecía que lo conocía.

Sí, lo he visto antes, en un.... Sueño.

Sueña con Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora