Antoine llevaba unos días pensativo, más de lo normal, Alisa, una joven andaluza con la que había empezado una relación hacía poco, no lo estaba pasando bien por los paparazzis. Querían llevarlo en secreto, por lo menos durante unos meses más, ella quería seguir siendo una chica normal, con sus clases en la universidad y su novio, pero los pillaron en una escapada a Francia, paseando bajo la torre Eiffel.
Ella siempre había estado a su lado, en los buenos y los malos momentos, asique era su turno de hacer algo por ella.El francés salió corriendo del entrenamiento, aún tenía un par de horas hasta que Alisa saliera de clase, pero no podía retrasarse mucho si quería que le diera tiempo a preparar la sorpresa.
- Antoine, ¿ no nos esperas hoy tampoco? - Koke y Saúl llegaron a su altura y se pusieron a su lado
- ¿ por qué tanta prisa amigo? - Le preguntó Koke mientras le pasaba el brazo por el cuello
- Tengo cosas que hacer
- Con alguna chica, verdad?
- Sí, con mi novia
- Queremos conocerla, ya sabes, ¡ tenemos que dar nuestra confirmación a esa relación! - Gritaron los dos españoles como niños pequeños a la vez que el francés se tapaba la cara avergonzado
- Chicos, chicos, acabamos de empezar sí?, ya habrá tiempo para presentaciones, y ahora, yo me voy
El rubio subió a su coche y emprendió el camino a casa con la música a todo volumen mientras cantaba y movía su cuerpo. Al llegar a casa se puso cómodo y comenzó con su plan.
Dos horas más tarde ya estaba todo listo, el timbre sonó y una sonrisa se dibujó en su cara, abrió sin contestar al telefonillo y abrió la puerta.
- hola, grizzi, ¿por dónde andas? - Alisa dejó su bolso en la entrada y caminó por la entrada y el gran salón en busca de su novio - grizz.... Estoy cansada y tengo mucha hambre...
Empujó la puerta del dormitorio, de donde venía una suave música, sus ojos se abrieron de par de en par ante lo que había frente a ella.
El suelo estaba repleto de pétalos de rosas blancos y rojos, la cama con pétalos rosas, y la habitación estaba iluminada con varias velas aromáticas. Notó unos fuertes brazos que la abrazaban y la basaban la mejilla
- ¿ cómo fue tu día mon amour? - Dijo entre beso y beso el rojiblanco
- Después de esto, sin palabras, ¿ es para mí?
- Para ma princesse- Antoine la cogió en brazos y besó - pero eso no es todo, también he preparado la comida
-¿ Tú?, ¿ cocinar? - La malagueña no se lo podía creer
- Oui señorita
- ¿ Y a qué se debe todo esto?
- A que soy el hombre más afortunado por tener una novia como tú, quería agradecerte todo lo que has hecho por mí desde que estamos juntos, y bueno... Pues que quiero pasar el resto de mis días contigo - el francés miró al suelo algo tímido antes de mirar a los ojos de la guapa malagueña - te quiero pettite
- Yo también quiero mon prince- ambos juntaron sus frentes antes de sellar su amor con un precioso beso.
Claupastelita 😘😘😘