Epílogo

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Los rayos del sol daban directamente a mis ojos, incomodando un poco, por lo que me levanté y apenas me puse de pie, la alarma que estaba en mi mesita de noche comenzó a sonar, dando inicio a mi día. Me estiré un poco, para quitar la pereza de mi cuerpo, luego de ello me encaminé al armario para buscar la ropa que utilizaría el día de hoy. 

– Marco, apresúrate, no querrás llegar tarde el primer día –gritó mi mamá desde la cocina–

– Enseguida voy! –Contesté de igual manera– 

Fui al baño y apenas terminé de prepararme bajé para encontrarme con mis padres en la cocina, papá estaba haciendo el desayuno y mamá se encontraba dándole de comer a la pequeña Mariposa de dos años. Me acerqué hacia mi mamá y la abracé como saludo de buenos días, luego me senté en una de las sillas.

– Debo apresurarme, Star llegará en cualquier momento

– Lo sé, tu almuerzo está en la mesita de la entrada, no te vayas a olvidar –contestó papá poniendo un plato de huevos con tocino en frente mío– 

– Gracias, se ve delicioso. A que si Mariposa? –Comenzó a balbucear con una sonrisa–

– Recuerda que hoy tienes práctica de espadas –asentí mientras comía rápidamente–

Entonces el timbre sonó por toda la casa, sin embargo, sin que nadie dijera nada, Star entró sin más. Entró a la cocina con su amplia y brillante sonrisa. Apenas la vi me puse de pie y la abracé, ella correspondió y dejó un beso en mi mejilla, para después ir a abrazar a mis padres y darle un beso en la frente a mi hermana. 

– Maaarco –canturreó– debemos irnos, llegaremos tarde 

– Sisi –contesté energético– Nos vemos mamá, papá –Tomé mi mochila y almuerzo, para después salir de la casa junto con mi novia– 

– Emocionado por el primer día de clases? –asentí con una sonrisa, claramente ella estaba más emocionada que yo, lo demostraba con el brillo en sus ojos, su sonrisa y su forma de caminar– 

– Trajiste almuerzo? –Me miró confundida–

– Necesito uno? –suspiré sin borrar la sonrisa de mi rostro, es tan tierna–

– No te preocupes, te daré del mío –su sonrisa volvió y tomó mi mano–

– Gracias! 

Todo ha cambiado, incluso lo que pensaba que era imposible de cambiar, como mi amistad con Star o su actitud infantil, aunque todo a simple vista se vea igual, todo sigue en constante cambio. 

– Star –su mirada se posó en mí– Hace dos años sentía que sería imposible que mi vida fuera mejor de lo que era, hasta que te conocí –Me miró dulcemente–

– Igual yo, agradezco por todo lo que hiciste por mí –negué–

– Gracias a ti por haber venido de intercambio a la Tierra y por aparecer en mi vida

– Oh Marco –la abracé por los hombros, acercándola más a mí– Hoy estás más cursi de lo normal –ambos reímos– Te amo

– Igual yo, Star

Y sin dar marcha atrás, seguimos caminando hacia clase y hacia el futuro que el destino nos tenga preparado. 

Star vs las fuerzas del mal final alternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora