Prologo.

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"—Creo que es mejor que duerman, chicos. —Dijo nuestro padre mirando un segundo hacía atrás. Yo estaba ahí, cerca de la ventana viendo como caían las estrellas, al igual que la noche. Ya llevábamos más de once horas de viaje, yo no hacía más que estar callada y mirar como mis hermanos se divierten. Porque así soy yo, Mackencie Wilson, no soy la gran cosa. 

—Hey, enana ¡Diviertete un rato! —Grito mi hermano. Yo solo lo miré y le lance una mirada de disgusto. Tengo que admitir, que con solo diez años, a veces puedo ser muy madura y algo pesada para mis cosas. Nunca en mi vida fui una chica alocada, al contrario, nunca me a gustado ese tipo de chicas. La verdad, no me gusta porque nunca lo e intentado, y no tengo ganas de hacerlo por ahora. —¡Vamos Mack! ¡Tienes que hacer algo! No puedes ser tan amargada, solo tienes diez años, yo a tu edad, hacía de todo ya. A los diez, tuve mi primera novia. —Me reclamaba, adivinen quien, mi hermano mayor.

—Dejame Tyler, entiende que no me gusta. —Dije.

—Algún día tienes que revelarte, no puedes ser una chica tan correcta toda la vida. —Él siempre a creído que, porque soy más obediente que él, soy una chica madura para mi edad. Sophie, que estaba a mi lado, río. —Tienes que ser más como Soph, que a pesar de todo, ella se divierte. —Se acerco a mi hermana menor y le desordeno el cabello. 

—¿Y que pasa si, sí? ¿Que pasaría si toda mi vida fuera como soy ahora? Nunca seré como tú, un chico rebelde que solo le importa tener amigos, hay cosas más importantes en esta vida, yo lo único que quiero es crecer pronto e ir  la universidad. No me importa tener amigos, y nunca me importará. —Bufé y nuevamente gire mi cabeza para contemplar las estrellas. 

—Tranquila enana, no era para tanto. —Rió. —Solo me gustaría que fueras más divertida, no me gusta verte tan sola y aburrida. —El se encogió de hombros y se tiro para atrás.

—No quiero, ¿Es que no lo entiende...

—¡Robert cuidado! 

Un ruido fuerte se escuchó, y ahí es cuando me desvanecí por completo.

Abrí los ojos y me encontre en una sala grande, completamente blanca. Trate de mover mi cabeza para ver mejor, pero al hacer un movimiento, todo mi cuerpo sufrió un dolor terrible. Traté de pronunciar una palabra, pero tampoco, nada saliá. Cuando por fin pude mover un poco mi cabeza, pude notar a mi hermana menor, Sophie, al lado mío en una camilla, llena de moretones y un poco ensangrentada, ¿Que es lo que había pasado?. ¿Mi madre? ¿Mi padre? ¿Tyler? ¿Donde están todos?.

A los segundos después, entro alguien a la habitación. No pude divisar bien quien era, ya que apenas me podía mover. Cuando esa persona se acerco más a mí, pude ver a un señor con una gran bata blanca, mirandome. 

—Mackencie, que bueno que despiertas. —¿Como es que él sabía mi nombre? ¿Quien demonios era él?. Creo que notó mi cara de espanto, ya que nuevamente habló. —Tranquila, todo estará bien. 

Seguía perdida, seguía sin entender nada. ¿Donde están mis padres y mi hermano?

—D-d-don.d— Traté de decir, pero mi voz no salía para nada.— ¿D-d-donde e-est.oy? —Pude decír por fin.

—En el hospital, cariño."

Ese día fue el peor día de mi vida, el día en donde toda mi vida cambió. El día en donde perdí a mi hermano, y donde perdí una gran parte de mí. Desde ese día prometí que iba a ser diferente, que iba a cambiar... como mi hermano quería. Ya nunca más iba a ser la Mackencie que una vez fuí. Desde ese día soy así. Desde ese día... todo para mi es diferente.

 

Problem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora