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Su atención por favor... Última llamada para los pasajeros del vuelo American Air Lines, número 798 con destino a Los Ángeles. Por favor pasajeros, asegúrense de haberse en registrado debidamente y poder llegar a la cabina en veinte minutos antes de que las puertas sean cerradas. Gracias.

"Tengo un hambre de mierda..."

Es lo único que logro pensar en estos momentos en este jodido aeropuerto. ¿Por qué mierda es tan grande y por qué mi maldita terminal anda tan lejos? A penas logro llegar porque luego de un terrible malentendido, mi vuelo fue adelantado para hoy y hasta más temprano de lo habitual en este jodido aeropuerto de París. No logré ni desayunar, apenas logré bañarme y hacer mis maletas para volver a casa.

Ahora más que nadie deseo un poco de Waffles de Patty y una buena taza de cappuccino de los que ella siempre ha sabido hacer, para que mis mañanas sean de las más felices de la vida. Más ella está en casa y aquí estoy yo, a las 06:20 en el Aeropuerto internacional Charles de Gaulle, esperando a que mi jodido vuelo de la mierda despegue hacia Los Ángeles. Hace mucho frío en la mañana a pesar de estar en finales de verano, y aunque septiembre se acercaba con su típico frío que anuncia un hermoso otoño, el calor no le daba aún tregua hasta que el verano se haya extinguido hasta el próximo año.

Visto con lo primero que encontré entre mis cosas: Unos vaqueros negros ajustados al cuerpo además de un camibuso negro con cuello de tortuga del mismo color, un abrigo gris para hacer la diferencia y un tenis blancos. Para ser lo primero que encontré no me veo tan mal, y con unos lentes de sol para ocultar mis ojeras por pasar la noche sin dormir con tal de hacer mi equipaje y así andar listo.

Fue hermoso cuando encontré una cafetería, y justamente al lado una tienda para comprar dulces. De seguro encontraré mis M&M de chocolate puro y así compro un gran paquete para el viaje. Me encanta comer porquerías extremadamente dulces mientras me relajo en mis viajes. Desde ver una película, leer libros o disfrutar simplemente de los cielos nocturnos o las bellas nubes y el mar que parecía una pintura cuando es de día.

Pude desayunar algo nutritivo y delicioso. Estaba satisfecho por el buen café y el servicio, por lo que más contento compré mis chocolates y me dirigí a mi sala de embargue correspondiente, siendo la número 43, asiento 6E en la primera clase. Aunque me encantaría sentarme en un puesto de clase económica, más a mi padre no le gusta que me instale en lugares para la "clase baja" siendo alguien "importante".

Nunca me he considerado importante la verdad. Siempre me veo como el típico niño tímido y mantenido de la familia a pesar de ser el mediano de tres hermanos. Papá cree que soy todo lo que él ha deseado: una silueta perfecta, un ser capaz de hacerlo todo cuando puede y cuando quiere. Ese que es capaz de obedecer a todo lo que dicen con tal de tener el aprecio de tus padres. Ese ser que los complace y los hace feliz, cuando en verdad tú mismo no lo eres, y te vez limitado a ser la marioneta de ellos.



No me gusta esa parte de mi trise vida.



Aunque la he encontrado por igual muy divertida. Aunque desde un principio no me ha gustado la carrera de derechos, le he encontrado ciertos puntos y detalles que me hacen seguirla con gusto, tiempo y dedicación, por lo que no me aburro en las clases y nunca me he visto con remarcas negativas o malas calificaciones de mi antigua facultad en derechos en Londres, donde los abogados y políticos más sofisticados e increíbles en el mundo han salido de ahí.

Mis primeros dos años fueron muy divertidos. Mis amigos eran lo máximo y mi horario era sumamente suave y nada pesado, por lo que nunca me vi estresado o cansado. Más mi madre estaba con su típico chillido de "extraño tanto a mi angelito", "me siento sola cuando ninguno de mis hijos no está en casa", "papá me deja sola en casa" y más; por lo que me hice voluntario de volver a casa en los Estados Unidos para hacerle algo de compañía, por lo que tuve que renunciar a mi "libertad condicional" de ir tranquilamente a la universidad y trabajar cómodamente en una biblioteca municipal después de clase. Y aunque a ellos no les gustara que trabajara y que asegurarían pagarme todo, yo quería poder ganarme la vida independientemente sin tanta ayuda. Y renuncié a toda esa libertad por un simple capricho de mi madre.

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⏰ Last updated: May 26, 2019 ⏰

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