Unica parte

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Era un día acalorado, los estudiantes corrían por los pasillos y las duchas estaban llenas. Los chicos de americano entrenaban bajo el sol. Con sus camisas pegadas al cuerpo gracias al sudor.  Mi mirada se desviaba a uno en específico, Jeon Jungkook. Mas conocido como el play boy del colegio, el rompe corazones y el número uno en la lista de los más buenos. Alguien digno de ver, un adornis. Babeo por el, completamente. Lastima que nadie, incluyéndome, tenga la valentía de acercarse. Nunca demuestra interés hacia nadie, es como si fuera inmune al atractivo de las personas de este instituto.

—Señor Park— dijo el fastidioso profesor sacándome de mis pensamientos—sería tan amable decirme el nombre de este compuesto por favor.

—Claro—miró hacia el tablero y solo veo C y H regadas por el espacio. No tengo ni la mínima idea de que es eso. Maltido Jeon, me desconcentras.

—Tendrá que quedarse horas extra hoy si no quiere una suspensión—suspiró. Genial, ahora llegaré tarde al entreno de natación—no acepto un no por respuesta.

Justo en el momento que iba protestar suena el timbre que avisa el fin de la jornada. Solo me queda volver la mirada al campo y darme cuenta que Jeon no está, lastima. Respiro resignado y empiezo a guardar mis libros, hoy será un día largo, muy largo.

Iba por el pasillo hacia los baños, quería hacer una parada antes de ir a los vestidores; resulta que el maestro de química decidió que las horas extra las iba pagar recogiendo el desorden de los de americano. No son más que una manada de cuerpos musculosos y patanes.
Estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta de la puerta roja y pesada que en letras blancas decía vestidores. Tomo una gran cantidad de aire y entro. La valentía se fue al desagüe en cuanto mi vista se aclaró. Todos los de americano estaban desnudos corriendo en medio de los lockers. Gritaban, reían y pataleaban. Muy al fondo estaba Jeon, observándolos sin hacer nada. Llevaba una toalla amarrada a su cintura, desvió la mirada abochornado, es mejor no provocar una erección.

Entró despacio y todos se quedan viendo, me gustaría pensar que a partir de ahora voy a seguir pasando desapercibido. Me gusta mi bajo perfil, el chico de cabello azul que no habla con nadie. Mis mejillas se tiñen de rojo cuando todos a excepción de Jeon, que solo alza los ojos para ver quien entro, me rodean.

—Mira mira a quien tenemos aquí—dice alguien—el chico que todos quieren pero nadie tiene—Jackson creo que se llama.

—¿Que te trae por aquí dulzura?—pregunta su amigo—¿vienes por algo o alguien en específico?—se acerca sugerentemente.

—Que tal si nos divertimos un poco Park—Jackson me acorrala—te va gustar—cuando termina de hablar se lanza a mi cuello. Intento alejarlo.

—Déjame Jackson—lo trato de empujar, no se mueve un centímetro—suéltame—mis ojos se empiezan aguar.

—Déjalo en paz Wang—dice una voz ronca, no la reconozco, de todas formas no me interesa, desde que el se quite de encima. Pero nada sucede, el sigue tratando de besarme, lágrimas corren por mis mejillas.

—He dicho que lo dejes—dicen más cerca—¡Que lo sueltes maldita sea!—grita.

Me congelo unos instantes y abro los ojos lentamente, justo en frente mío estaba Jeon sujetando a Jackson del cuello y viéndolo con odio. No me puedo mover, estoy en shock, Jungkook lo sigue sujetando y su rabia cada vez es mayor ¿que lo habrá puesto tan enojado?

—Ven con migo—me dice un chico alto y de piel clara—vamos amigo, no querrás ver que sucede después—suspira y me jala del brazo para sacarme de ahí.

—¿Que sucedió?—digo suave.

—No lo se, nunca había visto a Jeon actuar así, siempre está alejado de nosotros, no habla y no se integra—me mira y se pega en la frente como si recordara algo—¿Cómo te llamas?—pregunta con los dedos en sus cienes.

A ESCONDIDAS •KOOKMIN•OS•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora