Me desperté para ir a la escuela, pero al parecer me levanté temprano por que mi abuela nunca llegó a despertarme como antes la costumbre. Miré mi reloj que estaba pegado a la pared y en efecto, era temprano, cinco y media de la mañana.
Caminé al baño que estaba en mi habitación para poder asiarme y para después arreglarme para la escuela.
Me vestí como era costumbre, mi querido jumper y peinarme con sólo dos trenzas. Bajé a la cocina para poder desayunar algo, tenía hambre y no cené anoche.
Al entrar al lugar del paraíso me encontré con mi hermana de espaldas cerca de la estufa, iba a saludarla pero vi que en la mesa se encontraban cuatro chicos desayunando, ¿Pero qué rayos?. Eran los mismos que estaban ayer con Liría.
—Hermanita~, despertaste temprano.— Me abrazó.— Ten.—Me metió una manzana a la boca.—Tienes que desayunar, antes te ibas con la barriga vacía, eso es malo malo.—
Me saqué la fruta de la boca.— ¿Okey?, y ellos..¿son?.—Señale a los chicos.
—Son mis amigos.—Ellos me saludaron moviendo su mano.
—Bueno, yo tengo hambre. ¡El refrigerador es mío!.—Sin más abró lo mencionado y me encontré con un yogurt.—¿Y la abuela?.
—Salió, dice que pasó algo con el abuelo.— Metió una tostada a su boca cuál yo le quite un gran pedazo.—¡Oye!.
—El hambre mata.— Me comí el pedazo.— Adiós Liría y... Adiós amigos de Liría.
Saliendo de casa me quedé pensando del cómo se llamaba el rubio, no sé pero llamó mi atención, nah, daba igual. Seguramente jamás tendría su atención. Intente seguir el caminó a la escuela pero recordé, ¡NO SÉ DÓNDE SE ENCUENTRA!, debí haber esperado a mi querida hermana pero ¡no!, cabeza dura nunca lo pensó.
Vi chicos andar en bicicletas y los miré con envidia. No sabía andar en esa cosa diabólica con dos ruedas pero si en patineta. Lamentosamente no lo traje en el viajé.
Intenté seguir a los biciclistas pero mis piernas no estaban en forma.
Al seguir mi camino me encontré con un chico en su bici, el freno su paso para poder hablarme.
—Hola, pareces perdida.—Al parecer era un chico judío, por la kipa que tenía.— ¿Te puedo ayudar?.
—Hola ricitos de oro, perdón pero no me dejan hablar con extraños.— Dije con un tono divertido y vi como se lo tomó a broma.
—Que buen sentido de humor tienes.—Dijo algo sarcástico pero sólo sonreí.
—Así demuestro amor a los demás amigo.—
Tal vez por fin pueda entablar una amistad, es un buen comienzo.
Que bonitos recuerdos aaaah~
ESTÁS LEYENDO
•En cuerpo y sangre•
Fanfiction____ decide irse de su lugar natal para poder vivir con sus abuelos y dejar el mundo tóxico de su vida. Pero cuidado con encontrarte un globo qué diga "I 💜 Derry"