¿Que podría salir mal?

*Prólogo.

Estamos rodeados de gente pendeja.

Es un principio básico que debería usarse en todas las sociedades. Eso ayudaría a las personas a darse cuenta de que no se puede confiar en cualquiera, y quizás así se ahorrarían traiciones y el estar llorando por aquel que te falló.

A lo mejor yo tampoco sepa muy bien a quienes llamo "mis amigos", pero juro que no es mi culpa. Intenta llegar a conocer a personas que todos los días te sorprenden con algo nuevo y terminarás derrotado asegurando que son bipolares.

Pero aún así estoy feliz de poder afirmar que confío en ellos.

¿Porqué?

Bueno, deberías saber que las personas no se miden por su personalidad o por su actitud: Se miden por sus acciones, y eso es algo que me consta. Quizás pienses que jamás llegarás a conocer por completo a alguien, pero créeme que de seguro nunca acabarás de conocerte a tí mismo.

Se deben vivir muchas cosas antes de poder confiar en alguien, y es por eso que me dispongo a contarte mi vida desde el momento en que todo parecía ser un desastre; porque es entonces cuando se hacen presentes los verdaderos amigos, los que creías no conocer y de repente descubres que les eras más importante de lo que imaginabas; siendo ellos de quienes aprendí que para poder encontrar la felicidad hay que tomar decisiones locas y arriesgadas, y no temer a lo que el futuro prepare para ti. Porque, ¡Vamos! ¿Qué podría llegar a salir mal?

Aunque siendo honestos... muchas cosas.

Cuando se trata de amistades, miles de cosas pueden llegar a pasar. Amores, celos, discordias, traiciones y demás sorpresas que encontrarás leyendo esta historia.

Aviso

*La historia no ha sido terminada.

*No ha sido editada.