-¿Lista cariño?.
Se asomó mi padre desde la puerta de mi habitación y al verme arreglada su rostro seguía igual. Siempre he pensado que mi padre jamás se impresiona de nada después de que mi madre falleciera a pesar de que soy su hija.
-¿Me veo bien?.
- Si, como toda una dama. Igual que tu madre.
-Si..- los dos quedamos callados.
-¿Tenías que elegir ese vestido para esta está ocasión?- me dijo con tono pasivo pero en su rostro se notaba desesperación.
-Por supuesto padre, ¿no dijiste que tenía que tener buena presentación?.-dije moviendo mi cuerpo para que lo viera.
-Si pero no de esa manera, sólo trata que no se abra mucho el vestido por favor.- dijo rodeando los ojos.- cinco minutos no más.
-De acuerdo.
Tomé mi bolsa y me eché perfume. Me miré al espejo una vez más: mi vestido era rojo con brillantina que dejaba una pierna descubierta al caminar y mi peinado era... Bueno la verdad es que está muy raro.
Me percate de que no traía nada en mi cuello y saque de mi alhajero un delicado collar de diamantes.
Salí de mi habitación y al bajar las escaleras el sonido de un mensaje resonó en mi bolso.
-katelyn que hablamos de los celulares en ceremonias. Lo quiero apagado o si no tendrás graves consecuencias.
-si padre.
Termine de bajar las escaleras y nos dirigimos hacia la limosina.
-katelyn esta no es una ceremonia cualquiera..
-Sisi ya se, no debo de hacer caras ni gestos ni saludar hipócritamente que es lo que todos hacen.
-Eh si, eso siempre debe ser, pero ahora no está permitido que uses el celular durante toda la ceremonia.
-¡¿Qué?! Pero sabes que..
-si te sorprenden usando..
-Wow wow un momento, ¿si me sorprenden?. ¿Ahora estaré vigilada?.-me reí ante su cara de "estarás castigada un mes".
-katelyn entiende que es importante que ya sabes...- su mirada se perdió por un momento y yo removí mi cutícula esperando a que reaccionara, y lo peor de todo es que pasa muy seguido.
-Eh, otra cosa importante es- prosiguió- que debes mantenerte alejada de..
-De Dan, si eso si ya lo sabía.
-katelyn! Que maleducada eres al interrumpir. Daniel es un buen chico, el es educado, respetuoso, inteligente- dijo con énfasis- y es muy emprendedor.
-No quiero cortarte la inspiración hacia Dan pero ¿hay algo entre ustedes? - su rostro estaba que quería reírse pero como todo macho se aguantó- padre entiendo tu atención por encontrarme un buen hombre para mi vida, pero creo que la que elige mejor soy yo.
-katelyn, aquí entre nos, no abras la boca con los chicos.
-Bueno, al menos no dijiste piernas.
-katelyn!
-Okey okey de acuerdo no me abriré de piernas, sólo bromeaba.- el me fulminó con la mirada- ni la boca, ya lo tengo todo calculado padre.- hice un gesto de superioridad. El puso los ojos en blanco.
Ya podía ver desde la ventana el gran palacio de los Hills. Nos adentramos por una reja muy garigoleada y nos llevaron hasta la entrada.
-Bienvenidos.- dijo un señor grande y canoso.
Mi padre pasó desapercibido y el señor sólo se quedó con cara amarga.
-Gracias.- le dije sonriente y su rostro cambió.
Detesto que por ser de una sociedad importante tengamos que tener una actitud sangrona, soberbia y hasta hipócrita. Aunque no todos son así, por lo general son la gente más superior a otras.
Entramos y ya había un buen de gente, todos sin excepción iban con traje y vestido largo. La música clásica no faltaba sin duda de ambiente, y los deliciosos y exquisitos manjares que me vuelven loca.
-Hola katelyn, has cambiado bastante.- me tomó por el hombro la señora Amelia.
-¿Enserio? ¿Hace cuanto que no me ve?- le dije "asombrada", lo gracioso es que la vi hace tres días.
-Pues.. ¿Cuándo fue la ultima cena con tu padre? -dijo tratando de recordar.
-Me parece que hace tres días. - le dije evitando una de mis carcajadas.
Cállate kate, seriedad ante todo.
-Oh pero claro- dijo haciendo muchos movimientos con las manos.- aún así creces muy rápido.- me guiñó un ojo.
Oh oh .. Creo que su ojo se quedó pegado unos segundos.
-Hasta luego señora Amelia, gusto en saludarla.
-Hasta luego querida.
La señora Amelia es muy linda pero aveces batalla con la memoria y siempre tengo que presenciarlo yo.
Ya no había tanta gente que saludar o será que yo me apartaba para no saludar.
Oh no... Hay vienen.
-Eh padre.. Iré a..-dije sin apartar la vista de ellos antes de que nos miraran.
-Claro katelyn.- dijo alzando su mirada por todas partes, yo me alegre y estaba a punto de girarme- espera- me detuve apuntó de hacer un gesto, pero no.-no antes de que saludemos a los Hills.
Estaba a punto de gritar. No quería presenciar ese momento incómodo.
-katelyn seriedad ante todo recuerda.
Iba a poner los ojos en blanco pero estaban por llegar los Hills.
-Claro padre.- dije al momento que ellos llegaron.
Se pusieron en frente de nosotros. Y ahí estaban: su madre Amanda la mujer más prestigiosa y buena, su padre Víctor el tradicionalista y soberbio, su hermana Rachel engreída y vanidosa y por último.. La peor cosa que pudo haber existido: Daniel el sangrón y.. Bueno el es un caso perdido.
-No saben como nos alegra que estén aquí.- Dijo Amanda con voz chillona.
-Felicidades por la subasta en Londres. Sean bienvenidos y están en su hogar.
-Gracias Víctor, fue todo un éxito.- se notaba que había competencia en la mirada de los dos.
Cada uno estrechó la mano, al último estaba el,sólo faltaba estrechar la mano de Rachel para la de el. Diugh.
-Cuando quieras te puedo llevar a dar un recorrido por el palacio y el jardín.- dijo en frente de mi padre y los de el. Ya me sabía su plan de convencer a mi padre.
Genial.
-Eh.. Yo..
-Claro! Me encantaría que lo conocieras por mi katelyn.- mi padre me sonrió. Yo igual pero fue forzada.
-Perfecto-dijo el con su sonrisa falsa.
Genial esta va ser una noche larga.