Había pasado ya una semana desde que Wade y Peter cambiaron de cuerpo, y sin darse cuenta ya se habían acostumbrado a ser el otro.
Peter ayudaba al padre de Wade con los preparativos de su boda, aunque Wilson se opusiera debido a la mala relación que llevaba con él. Sin embargo las pláticas con el castaño ayudaban de vez en cuando, sobre cómo comenzar a llevarse bien con él. Además de que Peter se había acostumbrado en su estancia en el departamento del rubio, era cómodo no ir a clases y despertar bastante tarde. Salir a caminar o tomar algo en la cafetería en sus tiempos libres era lo que hacía cuando estaba aburrido por las mañanas, mientras que en la tarde y noche se encontraba con Wade, veían películas y hablaban durante largas horas sobre su día.
Wade por lo tanto disfrutaba cada día de escuela que tenía, era algo entretenido y divertido a la vez para él. Ya que durante todas esas horas libres que tenía, las recuperaba haciendo tareas y actividades. Conoció a los amigos de su novio y nada mejor que salir una que otra vez con ellos. Eran bastante agradables para su gusto.
-Y entonces le agregué esa sustancia azul y explotó, ¡incluso salió agua del techo!
-¿En serio hiciste eso? Wade, las clases de química no son para ti.
-Ahora me doy cuenta. Pero es increíble pasarla en tu escuela. De hecho, tienes el promedio más alto hasta ahora.
-¿De verdad? Wow, gracias.
Hablaban y hablaban durante horas en aquel departamento desordenado. Wade podía escuchar a Peter el tiempo que sea sin cansarse, era muy lindo para el ver sus expresiones y gestos en su cuerpo y rostro por lo que las sonrisas perdidas no faltaban.
-¿Y qué hay de ti, babyboy? ¿Cómo vas con lo de mi padre?
-Oh súper bien. Es grandioso, su boda será muy linda.
-Es bonito que lo ayudes en este tipo de cosas, tal vez así le agrade más su propio hijo.
-El te quiere Wade, tal vez es difícil que lo exprese pero creeme que lo intenta.
-Sí bueno, ¿ya llevamos mucho tiempo estando en el cuerpo de otro no crees?
-Tienes razón, extraño mi casa, y a mis padres.
-Tranquilo, recuerda a ese chico de quien nos hablaron en el centro de videojuegos. ¿Qué te parece si lo vamos a visitar? tal vez ya llegó de sus vacaciones.
-Si, suena bien. Pero mañana, tengo un poco de sueño y es tarde, deberías regresar a la torre.
Wade y Peter se habían despedido, para así poder dormir e ir a aquel lugar de videojuegos al siguiente día. Peter estaba sorprendido con el orden en la ciudad, con el hecho de que su novio era Spider-Man a veces no estaba tan tranquilo. Pero las estrategias de Wade para atacar y atrapar eran bastante buenas lo que le daba muchísima ventaja.
Al día siguiente.
4:35 pm.
-¿Es aquí?
-Si, recuerdo perfectamente que fue aquí.
-Bueno, entremos. -Menciona mirando al contrario, con la consola de videojuegos en sus brazos adentrándose en la tienda.- ¿Hola?
-¡Bienvenidos! ¿En qué podemos ayudarles?
-Hola, eh pues en realidad buscamos al chico que nos habló hace varios días, él podría arreglar esta cosa. -Coloca la consola en el mostrador.-
-Oh, pero claro. -El joven abre una puerta detrás de él y entra para llamar al otro chico. Éste llega con una sonrisa amable y nerviosa.-
-Qué tal, ¿qué necesitan?
-Queríamos saber si usted podía reparar esto.
-Ouh, sí, por supuesto.
Pasó aproximadamente una hora para que el chico pudiera arreglar todos los problemas que tenía la supuesta consola; Wade y Peter se la habían pasado viendo y jugando los videojuegos y todo lo que había por ahí, el chico los llamó para entregarles el objeto. Ambos le agradecieron y pagaron por haberlo reparado.
-No hay de qué, vuelvan pronto.
-Gracias.
-¡Al fin!
Se dirigieron nuevamente al departamento de Wade, emocionados y nerviosos. Algo tristes ya que extrañarían la vida que tenían por ahora, pero a la vez felices.
-Entonces... ¿se acabó?
-Sí Wade, es todo.
-No quiero.
-Yo tampoco pero, algo me dice que debemos hacerlo.
-Parece una escena de rompimiento.
-¿Qué? ouh Wade jajajaja, diablos no.
-Aún así.. voy a extrañar tu cuerpecito.
-También extrañaré el tuyo.
Wade decidió conectar de nuevo la consola y darle un control al castaño tomando él el otro. Todo iba normal, risas se escuchaban y también quejas sobre quien ganaría o no, hasta que se miraron a los ojos con una sonrisa asintiendo a la vez, indicando que podrían hacerlo ya.
-Bien...
-Aquí vamos.
Ambos tomaron con fuerza los controles, cerraron sus ojos por un momento para después gritar al mismo tiempo:
-¡Quiero tener mi antigua vida!
-¡Quiero tener mi antigua vida!
De un momento a otro, todas las luces se apagaron, dejando a Wade y Peter con la esperanza de que funcionara.
