En escena

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La primera temporada de la serie había sucedido sin ningún contratiempo, las grabaciones terminaron a tiempo, salió al aire y tuvo buen acogimiento por parte de los espectadores. La historia de la pareja principal quedó en buenos términos y el ciclo estaba cerrado para ellos, sin embargo el plan ya se había puesto marcha y Godji cosechó los frutos de su creación.

-Ha gustado mucho la historia paralela, el público pide que le demos una buena conclusión a su relación y es lo que haremos- la productora había convocado a una junta para dar avisos generales y ultimar detalles de una nueva temporada donde Off y Gun tendrían más tiempo en pantalla. 

Off estaba concentrado anotando instrucciones para la nueva temporada, era un novato en el campo de la actuación pero le gustaba ser serio en lo que hacía, durante el inicio de la serie siempre estuvo nervioso en el set porque no sabía como externas las emociones que se requerían para que su papel transmitiera lo que indicaba el libreto: un hombre juguetón, buen amigo, heterosexual confundido. Casi podía asemejarse a su realidad, excepto por lo último, había pensado. 

Gun ya llevaba un buen rato en este oficio y era casi pan comido para él interpretar su personaje, aunque difería totalmente de su personalidad ya que tenía que comportarse como un tierno e inocente hombre que puede enamorarse con la primera caricia. Lo único en lo que coincidía con su papel era tal vez su temperamento a veces impulsivo. De lo demás, Gun era una buena persona según su criterio pero le encantaba coquetear y bailar hasta el amanecer. 

Durante las grabaciones Gun había aportado mucho de su experiencia para aconsejar a Off cuando les tocaba estar en escena juntos. Aunque parte del proyecto interno de Godji era que empezaran a interactuar tanto como fuera posible, este pequeño detalle Gun lo hacía por gusto y compañerismo. Siempre bromeaba con él para que se relajara, le señalaba algún error y le mostraba como se podría ver mejor. Off estuvo tan agradecido con él por esto ya que hizo más ameno cada día y su pánico escénico fue disminuyendo. Al menos la convivencia empezada a ser algo común y estar casi 18 horas pegados dejó de incomodar a Off. 

Don't fall for itWhere stories live. Discover now