El viaje en autobús de regreso a casa desde la escuela es tan monótono como
todos los días, así es este mundo. Viendo por la ventana las ruinas del viejo
mundo, solo para recordarnos lo "horrible" que era todo antes.El autobús se detuvo frente a mi casa, bajo y mi madre sale con prisa.
- Oh, hijo, hola. Te dejé tu almuerzo en la cocina, no dejes que se enfrié. Adiós, te quiero.
La Fuerza Anti-Creatividad la tiene muy ocupada, solo está en casa cuando yo estoy en la escuela, no es una gran madre, pero en este mundo no hay mucho que pedir.
Entre a casa y cerré la puerta con llave. Las casas en esta ciudad eran todas grises y minimalistas, ni siquiera hay cuadros o fotos. Mi cuarto es más de lo mismo, me asomaba por la ventana y no escuchaba nada, absolutamente nada.He leído libros que hablaban de algo llamado música que todos escuchaban.
Obviamente los libros están prohibidos, pero si sigo "libre" es porque nadie se ha
dado cuenta de eso.Deje mi mochila sobre mi cama y cambie mis zapatos por mis sandalias, no valía la pena cambiar mi uniforme gris por alguna otra prenda... gris.
Baje a la cocina y tome mi almuerzo, es lo único que tenía algo de color en la casa. Macarrones, arroz y un trozo de carne, y para beber jugo de naranja. Mi madre no era la mejor cocinera de todas.
Con mi almuerzo en mano, me fui a el ático, mi zona favorita de esta casa. En el ático, a pesar de estar prohibido, había cajas llenas de libros y cómics. Libros de historia, narrativa, ciencia, biología, de todo había en esas cajas, y los cómics, oh dios mío, los cómics.
Los libros estaban llenos de teoría, pero los cómics estaban llenos de colores y poderes increíbles. Acabé mi almuerzo lo más rápido que pude para empezar a leer todos estos libros y cómics.
Palabras maravillosas y personajes increíbles, llenos de determinación y sentimientos, todo esto era lo que la Fuerza Anti-Creatividad intentaba retener, y todo por nuestra habilidad especial. La "Creación".
Los humanos podemos crear cosas con tan solo imaginarlo, pero debemos tener en nuestra mente una imagen casi exacta de eso que queremos crear y si es necesario, saber cómo funciona ese objeto. Y yo he estado entrenando.
Encontré un libro sobre un grupo de humanos que llevaron este poder al máximo, llamado Los Imaginadores, y uso toda la teoría que dice en el para medir que tanto estoy progresando. Creación se divide en cuatro rangos: Cero Esfuerzo, Novicio, Creativo e Imaginador.
Todos los humanos somos de rango Cero Esfuerzo, podemos crear cosas como un lápiz o con un poco de esfuerzo hasta crear una bombilla. Y según el libro, yo soy un Novicio. Soy capaz de crear cosas un poco complejas y más grandes que una estufa, pero, aun así, me siento muy cansado cuando creo algo muy grande.
Paso todos los días encerrado en el ático, a veces bajo por comida, pero siempre termino mi lectura y practica cuando mama llega, a las nueve de la noche.
Escuche la puerta abrirse y deje los libros, tome el plato y el vaso del almuerzo y baje del ático. Cuando cerré el ático escuché a mi madre.
- Cooper, ya estoy en casa, traje comida.
- ¡Voy! – Grite
Mi madre había comprado pollo y ya me había servido un plato en el comedor, así que me senté y mi madre también. Todas las noches nos sentamos juntos a cenar, es de los pocos momentos que compartimos juntos.
- ¿Qué tal la escuela, hijo?
- Aburrida, como siempre.
- Ya veo... hijo
- ¿Si?
- Me he dado cuenta que te la pasas mucho tiempo en el ático, ¿Qué haces
allí?Guarde silencio, si mi madre me descubría, sería peligroso, podrían arrestarme y acabar en algún internado y no he escuchado nada bueno de esos lugares.
- Encontraste las cajas, ¿verdad?
- ¿Sabías de las cajas?
- Claro, yo las deje ahí, todas esas cosas eran de tu padre.
- ¿Y por qué no las entregaste?
- Porque es de las pocas cosas de tu padre que aún tengo, me recuerdan a
él. Me imagino que ya habrás creado algo, ¿verdad?- Si...
- ¿Sabes que rango eres?
- Novicio.
- Oh, ya sabes de los rangos, has tenido mucho tiempo libre.
Había dejado de comer hace rato, estaba muy asustado de lo que podía pasar. Una oficial de la FAC y su hijo que usa Creación en la misma mesa. No quería terminar en un internado, esos sitios son peores que la escuela.
- Ten cuidado con tu poder.
- ¿Qué? ¿No vas a entregarme?
- ¿Entregarte? Eres mi hijo, no sería capaz de hacer algo así. Solo te advierto que no uses tu poder fuera de la casa, podrías darnos problemas a ambos.
- Entiendo.
Seguimos comiendo. Ya me sentía más calmado, no me esperaba eso de mi madre, conociendo que es de las oficiales más duras de la FAC, parece que no conozco bien a mi madre.
Luego de comer, lavé mi plato y me fui a dormir, tenía que volver a la aburrida escuela, pero siempre me reconfortaba volver a casa y seguir leyendo. Espero algún día usar mi habilidad para regresar el color al mundo. Hasta entonces, debo seguir llenando mi mente.
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Los Imaginadores
Short StoryCooper, un joven de 15 años, esta aburrido del mundo en el que vive y quiere devolverle la gloria y alegría que tuvo alguna vez. Deberá aprender y entrenar mucho el gran poder que tienen los humanos, Creación. Con este puede crear cualquier cosa que...