"Soy justo lo que no soy"
WendyMe encuentro jugueteando con el tenedor mientras pico una aceituna en mi plato.
Estoy aburrida y trato de enfocarme en cualquier cosa que me distraiga de una conversación con mis padres.
El sonido tan característico que hacen los cubiertos en los platos hace eco en el gran comedor.
Levanto la vista y al ver su mirada, espero lo que saldra de la boca de mi madre luego de que ésta termine ese gran trago que le está dando a la copa de vino.
-Cecilia me ha comunicado una gran noticia, querido-comenta mi madre más alto de lo que debería.
-¿Enserio? ¿Qué te ha dicho?-dice mi padre sin tanto interés como el que le está demostrando a su plato.
-¡Está embarazada!-luego de soltarlo, centra su atención en mí-. ¿No es una gran noticia, Wendy?
-Claro que lo es, enhorabuena para mi prima y su marido-digo mientras bajo mi mirada y mi tono de voz-. Aunque pobrecita de ella, tener que soportar algo tan doloroso como un parto, para luego soportar llanto tan agudo que te haga querer estrellar tu cabeza contra la pared durante meses para que al final vaya creciendo y siga siendo un dolor de cabeza.
-Nunca lo entenderás hasta que seas madre y esposa, querida-dice mi madre con la voz cansada-. Algún día tendrás un esposo y le vas a querer dar hijos, por amor.
El sonido del cubierto de metal siendo dejado estrepitosamente en la mesa hace eco y es suficiente para que el parloteo de mi madre cese.
-¿Por amor?-una sonrisa amarga se instala en mi rostro-. Sí aquel hombre fue capaz de robarme el corazón, por amor debería ser capaz de respetar mi decisión.-mi voz es firme en cada palabra que suelto-. Muchas gracias por la cena madre. Padres con su permiso me retiro.
-Deberías terminar de comer-interrumpe mi padre cuando ya me encuentro de pie.
-Ya no tengo apetito-suelto y me retiro lo más rápido posible del comedor.
Al llegar a la sala, subo las escaleras y doblo a la derecha hasta llegar a mi habitación y cierro la puerta con toda la calma que no hay dentro de mí.
Ya que azotar la puerta sólo sería una prueba de la inmadurez y la falta de autocontrol en mis emociones.
Suelto un suspiro y mis ojos instintivamente se dirigen a la foto que se encuentra a un lado de mi cama, sobre el librero.
Mi hermana mayor, mi hermano mayor y yo, sonriendo con la rueda de la fortuna de fondo.
Sé que no debí salir de la cena así, pero esta no era la primera vez que ocurría una discusión de ese tipo y por supuesto no sería la última.
Conozco cada palabra que dirá y aunque las primeras veces me quedaba callada para evitar justamente lo que pasó la vez que terminamos gritando de más.
Esta vez huí antes de llegar a tal punto. Parece ser que nunca entenderá mi forma de ver la maternidad y el matrimonio.
Y por supuesto yo nunca podré entender el por qué romantizan y endulzan ambas.
Es una especie de mentira colectiva y todos tratan de convencerse incluso a sí mismos de que su hijo es lo mejor que les ha pasado.
En una de las tantas discusiones con mi madre me llamó egoísta, por no querer que mi cuerpo sufra cambios de los que me sería difícil recuperarme.
Aunque entiendo la emoción que genera en los demás. Tener a alguien que te ame tanto con todo su ser y educarlo, sembrando lo mejor de ti. Escuchar sus latidos sincronizados con los tuyos mientras se encuentra aferrado a ti, una pequeña personita que depositaria toda su confianza en ti. Lo entiendo. Pero no comparto dicho anhelo.
Y no me molesta que hablen de bebés o embarazos en mi presencia, simplemente que mi madre se entusiasma y me habla de mi futuro que según ella espera. Me enferma. Me enferma el hecho de que me crean tan predecible. Me enferma ser una mentirosa.
Ellos no me conocen realmente y siendo sincera. No quiero que lo hagan.
Soy muy feliz, soy quien ellos quieren que sea, soy casi perfecta.
Soy justo lo que no soy.
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Este es el primer capítulo, es pequeño pero supongo que no está tan mal, a mí me gustó :')
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Persiguiendo a Peter
Teen Fiction¿Qué harías si un chico entra por tu ventana? ¿Gritar? ¿Esconderte? O ¿Simplemente quedarte paralizada? Bueno, yo opte por la primera opción y no sirve de nada gritar, si una mano te lo impide. Él es un alma libre en busca de aventuras. Ella solo...