Todo acabó

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  Estaba sentado mirando el bellísimo atardecer cuándo la ví. Estaba muy tranquila sentada en ese destruido bar, escribiendo en su computadora, como solía hacer. Las ventanas del lugar estaban rajadas y algo polvorientas al igual que todo el resto de los bancos, mesas y muebles.
  Si una persona que no tuviera idea de lo que habia pasado entrara por la puerta y la viera, creería que estaba todo perfectamente normal. Pero yo no. Yo sabía que eso no se veía en mucho tiempo. Yo sabía que ese día, algo había cambiado.
  Al fin se podia sentir ese clima primaveral que la época suele proporcionar. Los pájaros cantaban, el cielo era más celeste y en la cara de las personas esbozaban una pequeña sonrisa (y aunque no parezca, eso era demasiado). Algo confundida y asustada, la gente habia vuelto a la rutina de todos los días.
  Aunque una cosa era clara, sería una estupidez decir que no era así. Algo había cambiado en aquel lugar, algo ya no era como antes. Porque, por suerte, todo ya había terminado.

perfectos extrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora