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La política ha estado intrincada en mi familia desde generación, grandes senadores de la nación están en mi árbol genealógico y yo no iba a ser diferente, en parte porque no podía ser de esa forma, pero también porque me gusta, es la manera en la que aprendí a vivir, de los más se hablaba en la mesa a la hora de la comida y una de las formas para hacer feliz a mi padre, sabía que sí me volvía senador, el estaría increíblemente orgulloso de mi, sobre todo si era bajo el mismo partidos político que el.

Desde muy pequeño comencé a trabajar mi camino para ser político, nada en mi vida es alzar, todo fue planeado para tener la imagen de ciudadano modelo, respetable y un buen representante de la sociedad.

Mis años de preparatoria los pase haciendo voluntariado, no importaba lo que fuera, siempre estaba ahí, sirviendo comida en los comedores comunes, ayuda a buscar hogar a pequeños cachorros, donación de sangre, maratones para la familia, todo fue pensado para que mi imagen fuera intachable.

la universidad fue un poco de lo mismo, siempre en todo lo que fuera ayuda social, incluso saque mi carrera de derecho con uno de los promedios mas altos, siendo uno de los estudiantes con mejor aspiraciones a futuro, eso lo complemente con mi doctorado en políticas publicas.

a los treinta y un años soy el prototipo perfecto para ser senador y estoy bastante orgulloso de ello, también lo están en el partido republicano al que pertenezco desde siempre, ese en el que mi familia llevas años y son de las personas mas respetables, siempre se pregunta su opinión de los temas mas preocupantes confiando casi ciegamente en lo que digan , eso fue ganado con años de ser políticos respetables y yo quiero exactamente lo mismo para mi futuro.

Cuando mi candidatura fue ofrecida, muchas de las personas creyeron que yo era justo lo que nuestro partido necesitaba, un rostro atractivo y fresco para atraer a los mas jóvenes, de admitir que ser aceptado solo por ser  apuesto, fue algo insultante, de haber sabido de esto, hubiera disfrutado de la universidad, pero preferí centrarme en mi campaña .

"Una américa para la familia", amo el eslogan de mi campaña, claramente muestra todos los valores que se me han inculcado desde pequeño, cuidar nuestro país para que nuestras familias puedan tener un lugar seguro para criar a sus hijo y llegar a la vejez.

Claramente resulto como mi partido espero, yo era un joven pidiendo por un país que fuera mas familiar, donde poder crecer tranquilos, tratando de resguardar los valores que se le inculcan a los pequeños, la gente decía que tenia mayor peso al ser dicho por un joven, porque yo me había criado en esta sociedad descarriada y estaba buscando un cambio.

Todo iba increíble hasta que el partido libertario saco a uno de sus postulantes, cabe decir que es mi peor pesadilla. Im Jaebum, claramente lo conocía de antes, incluso compartimos clases mientras ambos estudiábamos derecho, pero el despues se fue hacer un máster en leyes de derechos humanos. derechos humanos el cabron arrogante.

Resulta que fundo una de las firmas de abogados mas prosperas y grandes de estos tiempo, se especializan en derechos humanos y tienen un 98% de éxito en sus casos, el idiota se ha vuelto el problema mas serio de las grandes empresas, casi enemigo natural, sobre todo porque el mismo jaebum llevaba los casos mas importantes y mediáticos.

Los grandes ceo comenzaron a invitarlo a las grandes cenas de caridad, tratando de mostrarle algo, pero ademas siempre con el conocido lema latiendo en sus cabeza, ten a tus amigos cerca y a tus enemigos mas cerca, parecía que nada de que los grandes de la industria ofrecían deslumbrara a jaebum.

Ahora nuestra campañas chocan entre ellas, su lema es simple, pero debo admitir que poderoso "libertad". Al comienzo no lo tome como un verdadero oponente, fue una completa idiotez de mi parte, si ellos querían atraer a los jóvenes  para tener su apoyo y votación, jaebum fue claramente la mejor jugada.

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