El día se nubla y llueve.

5 0 0
                                    

Está lloviendo en Roma,
siento el viento frío acariciarme las mejillas
y los charcos mojarme las botas mientras ando.

Hace frío y humedad
y yo solo siento calor.

Algo arde dentro.
Algo arde muchísimo.
La lluvia no puede apagarlo
y brillan unos ojos negros llenos de amor.

Inefable.
La lluvia solo acentúa el calor,
parece viento.

La vida duele
y yo soy tan feliz
que siento incomprensibles mis sentimientos.

Suena una nueva canción de fondo;
música italiana,
se me derrite el alma y el fuego estalla.

No puedo comprender
como sintiendo tanto
y dejándolo morir en el aire
puedo a la vez
percibir como
cada llama de este amor
esta siendo utilizada.

Paciencia intrínseca en el alma,
te esperaré.

Paciencia, salva mi alma
pues la vida ahora es amarga y fría,
como el día.
Pero hay tanto fuego dentro
que, necesariamente,
sabe dulce.

Corriendo por una Roma empedrada,
entre charcos y paraguas amarillos
siento que te quiero,
te siento cerca
aún estando tan lejos.

Paciencia divina.
Te quiero tanto
y te necesito aquí,
te necesito ya.
Valdrás la pena,
lo sé;
pero te estoy necesitando demasiado.

Tengo tantísimo miedo
a tardar mucho más en poder quererte.

Necesito llorarte los días,
contarte los mil y uno sentimientos
que me atacan durante cada segundo;
necesito besarte el cuello
mientras lloramos a la vez
la belleza del mundo;
necesito que sientas tan fuerte como yo
y que me quieras sin miedo
ni prisas;
necesito tu presencia en cada momento
de esta vida
para poder hacerte poesía
y morirme de amor
entre tus brazos.

Paciencia,
paciencia,
paciencia;
estoy llorando.

Estoy tan segura
de que esto es así.
Estoy tan segura
de llevar esperandote cien años,
de llevar sintiéndote en la distancia
toda una vida.

Estoy tan segurísima
que hasta el momento
en el que se enreden nuestros meñiques rojos
y te sienta entre mis brazos;
hasta ese instante
nunca más respiraré completamente
tranquila,
pues esta impaciencia
no es por otra cosa
que por ti.

Por favor;
todo este amor,
toda esta vida,
yo,
todo;
que tenga un motivo,
un fin,
y sea quererte a ti.
Porque eso será
quererlo,
absolutamente,
todo
y entonces,
y solo entonces,

estallaré completamente en llamas
y esta lluvia de Roma
que ahora acaricia mi piel,
caliente por dentro,
caerá sobre dos fuegos
nunca más separables.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 04, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Todo para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora