Rompiendo la Tradición

I. Herederos del Sol

Rompiendo la tradición

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I Herederos del Sol

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A veces el destino puede sorprender por sus giros, sus encuentros y enredaderas por diferentes situaciones y todo producido a causa de un romance que vivieron en secreto, esto terminó uniéndolos más de lo que ambos creían. -Ellos no deberían estar juntos- según dictaba Saisyu Kusanagi ya que su primogénito tenía una relación con la hija de la familia Kushinada, tal y como se repetía con sus antepasados cuando salvaron a la doncella de ser devorada por Yamata no Orochi, la serpiente de ocho cabezas.

Al parecer, ellos estaban destinados a estar juntos. Como los padres de ambas familias imaginaron que todo se trataba de una reencarnación de Kusanagi con la doncella Kushinada: para algunos términos, sus hijos fueron unidos a causa de un compromiso arreglado. Sin embargo, al tratarse de un matrimonio en acuerdo de parte de las familias, lograron causar que Kyo y Yuki formaran una buena relación, la situación del torneo de King of Fighters '97 hizo que se unieran aún más esa pareja y que el primogénito de Saisyu tuviera una razón para proteger a sus seres queridos por el cual, Kushinada Yuki, estaba involucrada.

Aunque los peligros del despertar de Orochi unieran a ese par, también se supo la identidad de Kagura Chizuru, una descendiente del Clan Yata que sus intenciones fueron juntar al resto de los clanes, que en su momento seguían con su rivalidad; era como una guía y mantenía el equilibrio que une a los Clanes, después de esos años de conflicto que ha comenzado desde la época de sus antepasados hasta llevarlo a la actualidad. Pronto, ella no tardó en ser parte de las amistades del muchacho y siendo vista como la imagen de una hermana mayor, una amiga con quien podía contar y quizás entrenar, porque le agradaba su compañía sabiendo que ella necesitaba tener a alguien cercano después de tanta soledad...De tanta tragedia que había envuelto al Clan Yata.

Chizuru perdió a sus padres, incluyendo a su hermana Maki en manos de Leopold Goenitz. Su camino y su destino pasaron por la tragedia dejándola completamente sola o eso creía hasta conocer nuevas amistades, incluyendo conocer a Kusanagi Kyo y a Yagami Iori, que por desgracia no se llevan bien y que espera romper esa rivalidad, donde alguno de los dos sienta compasión por el otro, aunque eso le tome días, semanas, meses y hasta años para que ambos hagan las pases, y quebrar todo lo malo que afecto en el pasado.

Una mujer de aproximadamente veintiséis o veintisiete años, que viste con un kimono de blanco con detalles florales de color rojo pardo; jugaba con una pequeña beba que sostenía en sus brazos levantados hacia arriba como si estuviera llegando al gran árbol de cerezos que tenía frente suyo. Esa beba reía alegremente, manteniendo la vista de sus orbes color café claros entre la mujer que la sostenía con tanta felicidad y a las hojas del árbol.

―Mi pequeña Maki ―la nombró, rodeándola con sus cálidos brazos.

― ¡Mamá! ―una voz infantil y masculina la llamaba, un niño venia corriendo tan alegremente con su mochila azul colgando en su espalda.

Ella había notado la presencia de cuatro personas conocidas desde la entrada a su templo. Una sonrisa se dibujaba en sus labios, hoy era el día de las visitas. Entre esos cuatro visitantes a uno pudo distinguir a otro niño que sostenía la mano de su madre. Chizuru Kagura es madre, protectora, cariñosa después de tantas cosas que perdió su Clan tiene descendencia con la sangre mezclada de otro Clan; ella sabe que después de derrotar a Orochi y a sus Hakkesshu, también en recuperar nuevamente su espejo y acabar con Verse la vida comenzó a darle un gran premio incluyendo oportunidades que no se lo esperaba, porque tampoco confiaba mucho en el destino después de tanto dolor que le habían causado. Aunque los pequeños detalles alegran su vida hasta en el amor.