Complacer(nos) [YoonKook +1]

Primero; saber qué

1 - Saber qué

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Jeon JungKook descubrió que le calentaban los hombres el día que encontró a YoonGi besándose con uno de los bailarines de refuerzo.

Y... joder. Haberlo visto con la ropa desarreglada, empotrado al espejo del salón de prácticas mientras el bailarín metía la lengua hasta el fondo de la boquita fina de Yoon fue impactante. Suspiró caliente, casi delatando su posición un mirón, cuando esos dos se distanciaron y vio que la saliva les perlaba los labios.

Aquella vez JungKook dejó su cita con una bonita chica que conocía de la escuela para irse al cuarto y masturbarse evocando los sonidos húmedos del beso de YoonGi. Recrear lo mejor posible la imagen del rapero en un rol que jamás imaginó: entregado a otro, al deseo de consumirse en caricias. Dejando esa otra faceta suya de chico serio e inexpresivo. Lo cual, no dejaba de ser meramente una percepción errónea de los que no lo conocían realmente.

Y claro, eso hubiera sido cosa de una vez. Nada de qué sacar provecho ni ventaja, podría haberlo olvidado ni bien se manchó la mano con su orgamos pero no.

El maknae verdaderamente buscó mantenerse alejado de YoonGi. Pero, en su fuero interno, JungKook rumiaba la idea de que el rapero sabía que lo había visto y en consecuencia, se empeñaba en provocarlo.

Tiempo después, cuando la tensión sexual que se acumulaba en JungKook parecía a punto de estallar decidió dar cara a la situación. Min YoonGi no se sorprendió por el accionar del maknae y respondió positivamente. Avalando un poco su teoría de que estaba enviandole señales e indirectas insinuantes.

El chico de Daegu, por su parte, resultaba ser bastante hedonista y disfrutaba plenamente de su sexualidad. Sin contenerse o sin estar bajo las normas heteronormativas aunque su deconstrucción estaba en progreso todavía. Podía decirse que él, a diferencia de JungKook, sabía que era bisexual.

Estuvieron juntos. Fue un asalto casi planeado por los dos, una tarde en que los demás miembros de la banda salieron y quedaron solos en la gran casa Bangtan.

La primera experiencia gay de JungKook le hizo volar la mente. El rapero tenía ciertas habilidades para estimular los puntos sensibles y erógenos del cuerpo masculino de las que podría presumir, pero no era su estilo alardear. YoonGi prefería cosechar una silenciosa fama de buen amante; JungKook no iba a inflar su ego tampoco.

Entonces, pasó. Y lo que ocurrió una vez, se repitió dos y tres, y más. Hasta que fue imposible para ambos seguir sosteniendo que lo suyo era solamente liberar estrés. Porque, debido a circunstancias cotidianas, de trabajo y personales, comenzaron a buscarse para algo más que estar íntimamente. Y como ninguno de los dos tenía inconveniente en ser serio con las relaciones asumieron un noviazgo secreto. Su círculo cercano los únicos conscientes de ese romance y nada interesaba más allá de que estaban juntos.

Sin embargo, los dos chicos eran un conjunto peculiar. Personalidades dispares que congeniaban y solucionaban cualquier crisis que podría presentarse en su relación... aunque a veces les costaba demasiado ponerse de acuerdo.

Tal es el caso de esta noche. El maknae estaba enfurruñado cual niño pequeño, cruzado de brazos sobre la cama, desnudo y con marcas en su piel de la reciente sesión de caricias, mientras sostenía con desenfado que YoonGi estaba exagerando.

—¿Te parece que estoy siendo dramático porque no accedo a que otro tipo se coja a mi pareja? —espetó YoonGi.

JungKook se mordió los labios aún encendido por ver al contrario sudoroso y enrojecido. Casi se desvió del tema cuando lo vio ponerse de pie y observó las marcas de sus uñas cortas en las nalgas pálidas de Min. Le gustaba la vista. Pero retomó el hilo de conversación ya que su propuesta era algo que deseaba realmente.

—Hyung~ —intentó con voz suave para ablandarlo— será sólo una vez. No debes estar celoso. Quien se una al sexo será un juego, contigo voy en serio. A ti es a quien amo y respeto, por eso te conté de mi fantasía. Aunque comprendo que no quieras, yo... Haz de cuenta que no he dicho nada —sonrió conciliando—. No te preocupes.

Y el tema, al menos esa vez, quedó zanjado.

Los días pasaron y todo seguía su curso sin alteraciones. Aunque fue YoonGi quién empezó a darle vueltas a la propuesta de su pareja. Pensaba en esa fantasía con frecuencia, incluso.

¿Qué habría de malo en dejar a un tercero entrar a su cama?

Claro, desde ya que los celos eran un punto a considerar. Ni hablar de que sería un reto establecer límites y permisos con otro ajeno a la relación... pero si ellos dos estaban seguros y confiaban entre sí ¿Qué impedía concretar la fantasía? ¡Tampoco era cosa de otro mundo!

El rapero de Daegu aceptó, tras meditar y regañarse, la propuesta de un trío. JungKook, a cambio del capricho -en compensación, quizá- dejó que YoonGi decidiera a quién invitar al sexo.

Además, Yoon conocía a más chicos que JungKook. Y descartaron la idea de una chica porque hacía rato que los dos perdieron el interés en las féminas. Tal vez en otra ocasión, flotó en el aire. Mejor pensar en el ahora y en que debían encontrar a un chico que quisiera formar parte del antojo del maknae.

Fue una suerte que ninguno de los candidatos que YoonGi había pensado estuviera disponible. De lo contrario iban a perderse una oportunidad interesante.

Nota:

le doy un treh, diría el Auron jajaja

Bye :)