v. La decisión de Aeryn

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Nick Fury me esperaba en la sala y me miraba con un gesto paciente y que podría incluso llegar a considerarse amable

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Nick Fury me esperaba en la sala y me miraba con un gesto paciente y que podría incluso llegar a considerarse amable. Sentí como la bilis se me subía a la garganta y pensé que vomitaría allí mismo. La habitación me daba vueltas y la sangre se me subió a la cabeza. Estaba a punto de explotar.

El hombre estaba sentando al otro lado de la mesa, con las manos cruzadas sobre una carpeta marrón con el logo de S.H.I.E.L.D. en ella. Había una silla vacía esperándome.

Me senté despacio, apartando la vista de él, mientras me daba la bienvenida con una voz que desprecié.

—Ha pasado mucho tiempo, Aeryn.

Levanté la vista y me di cuenta de cómo las cosas habían cambiado. Antes consideraba a aquel hombre como mi padre, y ahora no podía evitar sentir asco hacia él. Él me había destrozado, y no había manera de que se lo perdonase nunca. Me había liberado como a un polluelo y después me había intentado encerrar de nuevo. Pero lo que él no sabía es que yo me había convertido en un halcón.

—Sí, ha pasado mucho tiempo.

Dibujó una sonrisa falsa en su boca y tosió.

—Bueno, no tenemos mucho tiempo para sentimentalismos, lo mejor sería que fuésemos al grano.

—Adelante entonces.

—Como ya sabes, La Mano está activa nuevamente. Los Vengadores requerirán de tus servicios para...

—No.

Una expresión de sorpresa se reflejó en sus ojos oscuros, que me miraron como si fuese algo de otro mundo.

—¿No? Hace algún tiempo me rogaste para que no te separara del equipo...

—Ahora las cosas han cambiado, Fury —sabía que esta era mi única oportunidad de jugar todas mis cartas a la vez. Era mi momento de conseguir lo que quería o no tendría otra ocasión—. Ya no tengo las mismas preocupaciones.

—Ah, ¿no? Está bien: ¿qué te preocupa entonces?

Tenía que sacrificar cosas. Tenía que sacrificar mi trabajo y mi amor por Clint si quería ser libre. Y si ser libre significaba no volver a verle, entonces no volvería a verle nunca.

—Quiero irme de aquí. Quiero dejar de trabajar para vosotros. Quiero vivir tranquilamente y dejar de ser propiedad del estado. Quiero explicaciones e independencia.

La habitación se llenó de silencio durante largos instantes.

—Obtendrás todo eso si nos ayudas a completar la misión.

Nos miramos durante algunos instantes, donde me despedí de un Nick y de una Aeryn que habían quedado ya muy atrás y mientras decía hola a un nuevo capítulo de mi vida.

—¿Cuándo empezamos?

FELT IT ━ Clint BartonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora