Mi vida sin punto final

El comienzo.

Todo comienza una tarde de verano, yo estaba con mi madre dando un paseo cuando se cruzó con un curioso desconocido que más tarde seria su novio.

Mi madre nada más verle, empezó a decirme que nunca había visto a una persona tan similar. A lo cual yo la hice una mueca típica de niña pequeña.

Unos días después, nos lo volvimos a encontrar desayunando y cuando se acerco a nuestra mesa, supe en ese mismo instante que algo cambiaría en nuestra vida.                                              

Mi madre decidió invitarle a que se sentara con nosotras, en ese momento mire a mi madre con cara extraña mientras que él se presentaba.

- Bueno, pues me llamo Alberto, encantado de conoceros (nos regaló una sonrisa mientras nos lo decía)

Mi madre también se presento, en ese momento la vi tan feliz que no me salió de la boca decirla que sospechaba algo malo de él.

Pasaron los días y yo veía cada vez más feliz a mi madre. No quería quitarle esa felicidad, con lo cual seguí sin decirla nada.

Llega Octubre, mi madre me cuenta que han empezado a salir juntos y que se viene a vivir con nosotras. En ese momento no supe como actuar y como esa semana me tocaba ir con mi padre se lo comente. 

Mi padre aunque ya tuviera su relación y su vida hecha de nuevo, seguía queriendo lo mejor para nosotras y empezó a "buscar" y pedir información sobre Alberto. 

Al día siguiente oí una charla bastante dura de mis padres. Al parecer, Alberto había estado anteriormente en prisión por trafico de drogas.

Mi madre dijo que había hablado con el y que había cambiado. Mi padre seguía todavía sin creérselo hasta que mi madre le contó que Alberto estaba intentado recuperar a su hija ya que al parecer vivía con sus abuelo en unas malas condiciones.