Unico

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— Iré a la fiesta esta noche. ¿Iras? — Me di la vuelta en la silla de ruedas y negué.

— Sabes que ya no me gustan esas cosas, además ya Rose me dijo de ayudarla con Latín, no voy a dejarla plantada. — me giré otra vez y seguí la partida de videojuego que tenía.

— Andaa... ¿La prefieres a ella antes que a mi? — trague duro ya desconcertado del juego y respire hondo.

— ¿Para que quieres que vaya? ¿Para que después que te emborraches y llevarte a casa? ¿O, para tenerme como un mueble mientras estas con algún chico? JiMin, ya estás mayorcito. — Suspire enfadado y calló por unos segundos.

— Podría secuestrarme alguien. — Soltó.

— No seas niñato, si no te secuestraron en Inglaterra menos aquí. — dejé caer la pulla y calló.

— Vale, me voy. Hasta luego Kook. — Cerró la puerta de un golpe y tire con rabia el control de la play.

¿Por qué mierda somos así?
Suspiré enfadado y me vestí todo de negro, bien abrigado por el invierno entrante, para ir a la casa de Rose. Cogí mi maleta para salir de mi casa diciéndole a mi madre que llegaría tarde.

Aún recuerdo cuando todo cambio ente JiMin y Yo. Todo después del verano pasado, se fue el JiMin que conocía y volvió otro completamente diferente.
JiMin era el niño más inocente y adorable de este mundo, siempre andaba de mi brazo. Desde pequeños en la primaria cuando nos conocimos nos hicimos amigo, nunca pasamos en más de dos semanas separados en trece años de amistad. Nos contábamos todo, dormíamos en la casa del otro....
En realidad exactamente no se cuando me enamore de él, fue poco a poco, con el paso de los años que caí en el.
A los trece fue cuando me di cuenta de mis sentimientos hacia el, que no eran sentimientos normales.
Cuando me rozaba mi corazón se aceleraba, cuando dormía conmigo siempre despertábamos abrazados y me quedaba admirándolo mientras dormía, aveces hasta horas al igual que el a mi. También cuando vino una etapa depresiva (una hacía mi físico), el era el único que me sacaba de la cama a bañarme, el único que me hacía comer algo, el único que me sacaba sonrisas, el único que me hacía ver una luz y el único que me ayudo a salir de mi autodesprecio.
Éramos uña y carne.
Además de que fue dueño de mi primera erección y primer orgasmo.

Hasta el verano pasado, a mediados de agosto cuando el se fue de verano a intercambio estudiando inglés en Inglaterra. En esa época yo había cogido popularidad con los chicos y chicas, asistía a todas las fiestas que se cruzarán por mi camino, aún así hablábamos todos los días una semana me despertaba yo de noche por la diferencia horaria y otra semana se despertaba el todo parecía normal como si la distancia no nos separara. Hasta ese día, el día en el que perdí mi virginidad. Ni siquiera lo recuerdo, cuando desperté estaba con una chica llamada Hyuna en mi pecho y completamente desnudó. Desperté a la chica y le pregunté que si habíamos tomado precaución, ella negó asustada. Fue el peor susto de mi vida.
Asustado mientras acompañaba a la chica a comprar las pruebas de embarazo hable con ella. Era la chica de intercambio con JiMin. Me acorde de el y mi garganta se cerró de la ansiedad. Sentí que le había engañado. Al final las chica se hizo tres pruebas para estar seguros y salieron negativas. Nunca más supe de ella, ni tampoco quiero. Al final le conté lo que había sucedido, hablo feliz hasta que se lo conté. Ahí el contesto cortamente y me corto, no volví a saber nada de él hasta el mes siguiente. Cuando me llamo borracho llorando diciendo que las británicas follaban mal. Fue una venganza cruel Park JiMin.

Volvió, pero cuando lo vi supe que no sería igual. Ninguno era el mismo.
Ya no utilizaba esos colores pastel en la ropa, ya no ponías esmalte en tus uñas ni ya no tenías chapas de animes en tu mochila rosa, ya no utilizabas ese perfumen de coco que tanto amaba...

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⏰ Última actualización: May 12, 2021 ⏰

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