Dos almas perdidas

Capitulo 1

Dos semanas después...

Es domingo por la mañana y lo único que pude hacer en estas dos semanas es respirar, no puedo levantarme de la cama, no quiero comer. Esa llamada me destrozo por dentro y se supone que mañana arranco la universidad, pero sin ellos, sin mis padres no puedo hacerlo.

-Emma, estas ahí? - habla mi abuela del otro lado de la puerta. Se podría decir que es el único familiar que me queda

-No – le grito desde debajo de las sabanas. Ya se para que viene

-Cariño no puedes estar ahí encerrada todo el día, es hora de que empaques para ir a la universidad - dice mientras va entrando en la habitación.

Me siento para enfrentarla

- ¿cómo es que acaso piensas que puedo ir a la universidad? Con todo lo que paso -

-Por eso mismo, tienes la oportunidad de arrancar de cero, aprovéchalo -

-No puedo – empiezo a sentir ese nudo en mi garganta otra vez, como si no pudiera respirar

-Estoy segura que es lo que tus padres hubieran querido-

Auch

-golpe bajo abuela-

Ella se ríe, me encanta cuando ríe, no quiero irme porque sé que tengo que dejarla a ella también y es lo único que me queda

La veo secarse una lagrima que se le ha escapado, sé que ella piensa lo mismo. Ahora nos tenemos la una a la otra

- ¿entonces sí?- dice poniendo su mejor cara de ángel

Hago mi mayor esfuerzo para que ese nudo en mi garganta, no voy a llorar. Voy a mostrarme fuerte, por ella.

-Si

Y así pasamos todo el domingo, empacando mis cosas porque mañana lunes arranca mi nueva vida. 

Lunes por la mañana

El despertador sonó a las 7:30. Me levanté de la cama y fui directamente a tomar una ducha, sentía mi cuerpo arder. No pude dormir en toda la noche pensando si irme lejos de casa era una buena idea, pero ya está decidido en unas horas ya voy a estar lo suficientemente lejos de este lugar y del dolor que me provoca 

Una vez lista fui a la cocina y vi a mi abuela preparando un delicioso desayuno, sinceramente, el olor que tiene eso hizo que se me abriera el apetito.

-Buenos días abuela- la salude

-Buenos días cariño

-necesitas ayuda con algo?

-No solo siéntate y come, tienes que alimentarte bien 

En cuanto termine de desayunar levante mis cosas, las lave y las guarde

-Deberíamos ir al aeropuerto, no quiero que pierdas tu vuelo

Solo pude asentir. El camino al aeropuerto fue en silencio, no está muy lejos de casa y con el poco tráfico que había llegamos en menos de media hora. En cuanto llegamos despache mis valijas e hice el check in, no tengo mucho tiempo mi vuelo no tarda en salir. Una vez que tuve todo echo solo me quede con una mochila donde guardo mi computadora y algunas cosas personales.

Escucho por los altavoces que mi vuelo está a punto de abordar, es hora no hay vuelta atrás. Me doy la vuelta para enfrentar a mi abuela, quien ya tiene los ojos llorosos.

-Abuela, no llores – le digo mientras la abrazo – nos veremos pronto, lo prometo

-prométeme que te vas a cuidar- me abraza más fuerte- prométeme que cualquier cosa que pase me la vas a contar, sea buena o mala – no me gusta su tono de voz

- ¿Por qué? ¿Qué pasa abuela?

-Nada – dice secándose sus lágrimas – solo prométemelo

-Te lo prometo – dije dudosa– Te quiero abuela

Nos dimos otro abrazo

-Yo más mi niña 

-Te aviso cuando llego- fue lo último que le dije antes que seguir mi camino al avión. No me gustan las despedidas, pero por lo menos sé que esta no es para siempre. 

Ya instalada en el avión me puse mis auriculares y me acomodé para estas dos horas que me quedaban. Con mis papas habíamos decidido que fuera en avión a la universidad porque en coche eran muchas horas de viaje y por su trabajo tampoco podían llevarme así que lo mejor era que viajase en avión.  

No sé en qué momento me quedé dormida, pero me desperté cuando la voz del piloto nos daba aviso de que habíamos llegado a destino, las dos horas más rápidas de mi vida, agarré mi mochila y salí del avión. Busqué mis maletas y seguí las instrucciones para salir del aeropuerto e ir en busca de un taxi, cuanto antes llegue más tiempo voy a tener para desempacar y conocer un poco el campus. Logro llegar a la entrada y veo muchísima gente ¿Cómo se supone que encuentre un taxi así? Me abrí paso entre la gente como pude, a los empujones en realidad, hasta que ¡Al fin! Vi un taxi. Me apresure para tomarlo antes de que alguien más lo haga. Me subí y le indiqué a donde tenía que ir y en menos de media hora ya estaba llegando. El chófer me ayudo a bajar mis maletas, le agradecí y le di el dinero.

 Me di la vuelta y GUAU se ve mucho más lindo que en las fotos que vi, me encanta. Por un momento creo que podría empezar desde cero aquí, que tal vez pueda hacer unos amigos y que las cosas van a ser un poco más llevaderas hasta que alguien choca contra una de mis maletas y esta se cae en el barro ¡y todo porque estaba en sus estúpidos auriculares! Lo peor de todo es que siguió su camino como si nada hubiera pasado.

- ¿Qué acaso estas ciego?- explote

Al escucharme este para, se saca uno de sus auriculares y se da la vuelta.No puedo ver su rostro la tiene tapada debido a la capucha de su campera. Se saca su capucha, me mira, después ve mi maleta tirada y en el barro y me vuelve a mirar. Se coloca el auricular, se pone la capucha, da media vuelta y sigue su camino.

 Cualquier rastro de buen humor que pudiera llegar a tener acaba de desaparecer gracias a este idiota

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¡¡He aquí el primer capítulo!! 😄
Comenten qué les pareció 🙈 voy a tratar de actualizar cada vez que pueda. Por ahora no hay días ni horarios. Espero que les haya gustado! Nos leemos 😘😘