"de camino por Tabaxi"

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Ya llevábamos 2 días viajando y pese a los intentos de Marcus por calmar el dolor, todo mi cuerpo dolia como nunca, lo que ameinaba el dolor un poco era una raiz que Marcus llamo mandragora, aunque esta me desorientava sabia que pasaba, Marcus aprovecho para contarme de su vida y sus aventuras aunque siempre omitia algunos detalles que yo jamas quise preguntarle

Las adas son una raza algo presuntuosa, se separan en 6 subespecies, es posible encontrarlas a todas en su ciudad capital de Alfein, aunque a la ciudad a la que vamos casi toda esta habitada por los pixies, estas son mas delgadas que sus congeneres aunque son mas veloces en el aire, sus alas son transparentes y cuentan con 4 alas, siempre se la pasan activas y son una especie trabajadora y justa, aunque solo con los de su raza, con personas como yo, son una molestia, sin embargo los productos que se consiguen son de buena calidad, su acero es poco inferior al de los enanos, es una linea casi invisible, sus arcos están diseñados para peleas en el aire asi que son suaves y precisos siendo superados solo por arcos Ornis o elficos, claro que es mejor que lo veas tu misma, ya estamos llegando -dijo Marcus con un atisbo de sonrisa-

Y tal como dijo Marcus una majestuosa ave de colores dorados y verdes paso sobre nosotros volando hacia una ciudad plateada ante la luz del sol

Bienvenida a Tabaxi la ciudad de los pixies Ailene-marcus sonrrio al ver la ciudadela-

La ciudad era verdaderamente bella, todas las casas eran plateadas y las ventanas eran de cristal verde, los techos eran de lamina cristalina, esta da el color plateado al sol ademas que permitian aprovechar al máximo las horas de luz solar, sin tener que acudir a la luz electrica asta ya muy pasada la noche,además que apuesto que les fascinaba dormir mirando las estrellas, los pixies volaban de un lado a otro, he de admitir que algunos son muy bellos y sus cuerpos son delicados pero segun Marcus son muy debiles fisicamente asi que casi siempre puedes encontrar especies de mucha fuerza fisica, mientras mas miraba mas imprecionada quedaba, en las calles los pocos carruajes que veian eran tirados por conejos de Toarath una especie bastante veloz y linda, aunque también es común verlos como mascotas o en algun platillo, Marcus me dijo que ellos se alimentan de los mas viejos y solo cada cierto tiempo ya que estos dependen mucho de estos conejitos y les demuestran sus respetos muy amenudo, ya que si un pixie no vuela un conejo de toarath sera su mejor compañero asta el final, creo que es una relación algo linda, y mas por que acabo de ver jugando a varios niños que apenas pueden volar con uno de estos, la vestimenta de los pixies es bastante simple aunque parece que les favorece para sus vuelos, consta de una camisa suave de colores distintos, pantalones algo ajustados y botas, ademas muchos llevan pañuelos de colores en la cabeza, según Marcus esto es para identificar sus trabajos, los de verde son mensajeros, los de negro que por cierto usan ropa mas blindada son la guardia y asi sucesivamente, vimos otra ves a la ave que vi al principio sobre uno de los arboles mas grandes de la ciudad y pude ver que tenia ojos verdes y 3 plumas largas en la cola, segun Marcus es una vila, aves de gran tamaño y fuerza que es usada como medio de transporte por su gran velocidad en el aire, ante todo este espectaculo senti un dolor frio cubrir toda mi espalda y despues todo mi cuerpo haciendo que vomitara y comenzara a llorar antes de perder el conocimiento.

3 dias despues

Desperte en una cama en un cuarto completamente blanco, podía escuchar a las aves fuera de mi ventana y una suave vos llamarme, al girar vi que era una mujer de cabello color oro, ojos como el jade y labios rojos, ella traia un largo vestido negro mientras sonreía

Veo que despertaste niña, es un gusto -me dijo aquella desconocida que havia entrado al cuarto-

He?, si es un gusto,disculpe y mi compañero, ¿el esta aquí?-yo creia que el me habia dejado aqui cuando me puse tan mal y seguiria con su viaje-

Si el ahora esta hablando con el jefe de este lugar, estuviste dormida 3 días por cierto, debes tener hambre, te traeré algo para que comas niña ya regreso -me dijo aquella chica mientras salia del cuarto y pude notar que sus alas eran similares a las de una mariposa, de bellos y atractivos colores que la hacian ver hermosa con cualquier color que usara

Poco despues la chica volvio con algunas frutas como fresas, ademas de un té que olia bastante dulce,algunos panesillos y algo de queso, tras comer ella simplemente me retiro la bandeja y levanto la bata que llevaba puesta asta la altura de mi cuello, pude ver que extendía sus alas un poco y como estas brillaban para sentir su suave tacto en mi espalda y sentir como el dolor se iba poco a poco asta sentirme como nueva

Con eso deberá bastar, ya te hemos echo el tratamiento mientras seguias incinciente-me dijo aquella chica sin dejar de sonreír-

Si gracias ya no me duele nada, me siento bastante bien que me gustaría volar un poco -le dije estirando mi cuerpo y deshaciendome de la pereza-

Claro, sigue este pasillo asta la puerta del fondo y llegaras a la terraza, puedes volar un poco, pero no te exedas -respondió aquella enfermera sonriendo y haciéndose a un lado para dejarme pasar-

Sentir nuevamente el aire por todo mi cuerpo, era una sensación que extrañaba bastante a pesar que no fue mucho que no volaba, me elevaba batiendo mis alas mientras algunos de los pixies me miraban atónitos, nunca me gustó llamar la atención pero en estos momentos no me interesaba, queria ser yo misma, queria volar otra vez, mientras volaba algunos de los pixies me siguieron, eran veloces tal como Marcus dijo pero eran débiles, sus alas solo les permitían volar cargando sus pesos propios, mientras que las mias me dejaban cargar mas peso, por cierto mis alas son de color gris, y mi complexión era delgada, mis cabellos se habian vuelto mas blancos que rubios siendo una especie de plateado dorado, mis ojos son azules, pese a traer la bata esta era comoda y me habian dejado mi ropa interior bajo esta y tenia un mayon puesto, ya en la entrada de la clinica donde me atendían y pude ver a Marcus sentado mirando hacia mí, así que baje con suavidad asta estar frente a el y abrazarlo por no dejarme sola pese a que no me conocía y ya había echo mucho por mí.

" Guerra Santa: Cronica Del Ángel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora